Alrededor del mundo se ha venido siguiendo un mismo patrón para evitar que aumenten los contagios por COVID-19.Toque de queda, distanciamiento, uso de mascarillas, básicamente.
El incumplimiento de estas medidas es reiterativo. Aquí y allá. El resultado no está siendo el esperado ni mucho menos el deseado. El sistema de salud a nivel mundial colapsa. Los contagios aumentan y, en nuestro país, las muertes en las últimas horas han subido. Lo mismo que el número de contagios.
La gente está al borde de sus nervios y las autoridades ni decir.
Si no nos mata el mismo COVID-19, nos matarán las consecuencias generadas por el sometimiento a tantos estresores por tanto tiempo.
Propongo algo que no se ha contemplado. Eliminar el toque de queda a nivel nacional, manteniendo, eso sí, como medidas obligadas, el uso de mascarilla y el distanciamiento social.
Permitir la apertura de absolutamente todos los lugares públicos y establecimientos comerciales.
Exigir ocupación reducida para mantener el distanciamiento.
Ahora bien, aquellos que violenten dichas normas, en lugar de hacerlos pagar una multa o ser apresados, ponerlos a firmar un documento donde renuncian a su derecho de prestarles atención médica.
Que cada quien se responsabilice de preservar su estado de salud.
¿Que pueden aumentar los contagios? De hecho está ocurriendo.
¿Que puede colapsar el sistema de salud? De hecho esta colapsando.
Las autoridades tienen la mejor de las intenciones de detener el aumento de contagios, pero no bastan las buenas intenciones, como tampoco han bastado los apresamientos, las multas, el llamado por parte de profesionales de la salud a mantener la distancia, evitar aglomerarse.
El ser humano, por naturaleza, siempre ha tenido fascinación por todo aquello que se le prohíbe.
Viremos la torta. Pongamos en mano de cada quién la responsabilidad de preservar su salud.
Quienes violenten las normas, pues se les hace firmar ese documento donde renuncian al derecho que tiene todo ciudadano de prestarle asistencia médica.
El inconsciente debe de pagar el precio. Ojalá las autoridades se animen y prueben aun fuera por un mes.
Seríamos los primeros en adoptar esta medida. Cada quien se hace responsable. Pero que sepamos que de ser atrapados incumpliendo cualquiera de las medidas básicas: uso de mascarilla, aglomerarse y distanciamiento, automáticamente estará firmando su renuncia a ser atendido en centro médico alguno. Ni público ni privado.
Por un mes, solo un mes, vamos hacerlo al revés.