Transparencia, referida a la honesta gestión del Estado, se asocia de forma directa a una denominación hoy de las más recurridas al referirse a la política y a los políticos: corrupción. De los principales problemas para el avance de las naciones.
La corrupción tiene doble vertiente, ambas nefastas: se va al Estado a enriquecerse con el dinero público, y al mismo tiempo las y los funcionarios distraen la atención en cuanto a la solución de los problemas de la sociedad.
En el Índice de Percepción de la Corrupción 2012-2021 de la organización especializada Transparencia Internacional, entre los 5 países menos corruptos del mundo, 4 son Países Nórdicos: Dinamarca, Finlandia, Noruega y Suecia. Solo como referencia, la Republica Dominicana se encuentra en el índice en el lugar 123.
Es interesante ver en los Países Nórdicos de qué manera la sociedad está pendiente de cualquier forma de corrupción y más aun las consecuencias.
Se recuerda el caso de junio de 2021 de Sanna Marin, entonces primera ministra finlandesa que desayunaba con su familia en el palacio de Gobierno, mas no había advertido que el costo de los desayunos no estaba previsto que se cubriría de fondos públicos, y generó un gran escándalo y la correspondiente investigación. O el caso de Stego Chilo en Suecia quien en el 2006 ocupó el ministerio de Cultura por solo 10 días pues renunció al acusársele de haber hecho una contratación irregular de una niñera.
Junto a los que pueden ser otros factores asociados a la transparencia en la gestión del Estado en los países nórdicos ¿Qué razones en líneas generales pudiesen explicar ese proceder? ¿Son realmente tan diferentes a los demás seres humanos en otras naciones del mundo?
Pues no es así. El mejor ejemplo de esa negación corresponde a los casos de empresas de los Países Nórdicos que en otras naciones se han involucrado en grandes casos de corrupción como en África y Asia, en negocios de pesca en los primeros y mediante “pagos efectivos” por 16 años en los segundos; respecto a lo cual hay suficiente información a un par de clics.
De ahí que entre las razones que explican la ejemplar actitud ante la corrupción pública en los Países Nórdicos figuran el control social y las consecuencias de las acciones, que se traducen en una conducta ejemplar de los funcionarios públicos.
Lo que en el largo plazo genera una tradición de transparencia y lucha muy efectiva contra la corrupción que debería ser la meta de los demás países del mundo en aras del servicio honesto y sincero a la sociedad desde el Estado.