El 20 de febrero de 2012 el periodista de la cadena Univisión, Gerardo Reyes, ganador de un premio Pulitzer y reconocido por su capacidad investigativa y personalidad acuciosa, reveló que el Departamento de Estado de los Estados Unidos retiró las visas a cuatro altos militares del anillo presidencial dominicano. También, documentos de Wikileaks señalaron a dos de ellos como objetados desde hace años por el Gobierno estadounidense.
No se trataba de una denuncia de campaña, de una afirmación politiquera o de una posición de la oposición política de ese entonces, sino, de acuerdo al periodista de Univisión, de una información veraz, comprobada por otras cadenas periodísticas internacionales sin intereses partidarios y que revestía, por su gravedad y todo lo que implicaba, gran interés para los dominicanos.
No por capricho ni a la ligera toman las autoridades estadounidenses la drástica decisión de retirar visados, y menos aún de servidores públicos y personas que, como el caso en cuestión, tienen sólidos vínculos con la cabeza del Poder Ejecutivo de un país.
Pero si bien el retiro de visados de funcionarios públicos siempre debe ser una señal de alerta para cualquier Gobierno, llamaba particularmente a preocupación la cercanía de estas personas con el Presidente Leonel Fernández y por ende, por tratarse de gente del entorno y círculo íntimo presidencial, no debió Fernández caer en la irresponsabilidad de no hacer algo respecto a esta medida tomada por los Estados Unidos que sin dudas tenía implicaciones graves.
Era trascendental y significativo que el expresidente ordenase una investigación seria y profunda sobre las razones que llevaron al Gobierno de los Estados Unidos al retiro de las visas norteamericanas a estas personas, que los suspendiera inmediatamente de sus funciones y que una vez conocidos los detalles de dicha investigación no le temblara el pulso para llegar hasta las últimas consecuencias.
Tal como dijo en aquél momento literalmente el periodista Gerardo Reyes, “Univisión no tiene calendarios políticos”, y por ende sus investigaciones nada tienen que ver con campañas, encuestas y partidos políticos, sino con una labor periodística no contaminada que produjo revelaciones sobre el país que de modo alguno deben ser ignoradas por la población, pero menos aún por un Gobierno que protegió y privilegió a estos hombres a los que el Gobierno de los Estados Unidos había retirado sus visas.
Hoy, que es jueves de añoranzas, si ponemos a trabajar nuestra memoria, bien recordaremos que todo quedó en nada.