Circulan en las redes un video de una manifestación de júbilo de haitianos, en los que danzan como sus ancestros africanos, esta vez alrededor de una bandera dominicana con una “equis” hecha de palitos, llegando en su frenesí a casi pisotearla. Al ritmo de una danza tribal, con un fututo de fondo, giran y gritan, en claro desprecio alrededor de nuestra insignia nacional. Pudiera tratarse de un Gagá, que se supone corresponde al Rafá haitiano, que dominicanizado escenifican en territorio dominicano en Semana Santa. También pudiera haber tenido lugar en su territorio, ya que allí aparece alguno con ropas raídas, que no es usual que vistan aquí. De cualquier manera, la esencia es la bandera dominicana como objeto central de su danza, en el suelo y con una equis sobre ella. Si algunos quieren considerar esos desfiles danzantes y con acompañamiento ritual, como manifestación cultural, jamás deben incluir nuestros signos patrios y menos con efectos de rechazo. Antes un cuadro de la Virgen de la Altagracia les acompañaba junto a una bandera criolla, como parte de su sincretismo. De la barbarie haitiana fue que nos separamos y la independencia y sus símbolos significan el nacimiento de la nación que tiene como bandera los 4 cuadros alternados azul y rojo, cruzados por una cruz blanca. Hemos visto quemar la bandera nacional en simbólica expresión de odio. La presencia de miles y miles de haitianos en nuestro territorio implica un enorme riesgo de insurrección violenta contra los dominicanos. La pasividad criolla parece necesitar mucho más que este tipo de provocaciones para reaccionar. Si el video motivo de este artículo fue filmado en Dominicana, constituye una provocación frontal y muestra que las llamadas “autoridades” están durmiendo un irresponsable “sueño de los justos”. Si unimos esto a un llamado a los haitianos de este lado, que hiciera un aparente locutor de ese país, de que reclamen a machete sus “derechos”. Cuando aparezca el líder unificador de las fuerzas haitianas de este lado, con la idea de que usurpamos su territorio, se iniciarán los enfrentamientos, con la posibilidad de una “noche de los cuchillos largos” y no nos quedará más opción que defendernos, contando con la censura de sus socios internacionales que solo saben culparnos de los males propios de los haitianos en su territorio y lo que arrastran para acá. En algunos sitios los dominicanos han manifestado estar “jartos” de esa penetración amenazante y cargada de su incultura, la invocación de demonios y “luases” del vudú que domina su accionar, la insalubridad de sus costumbres y los han expulsado. Creo que la Muralla China, de casi 21,000 km es un buen ejemplo histórico; sirvió para encerrar a los propios chinos debiendo proteger la frontera norte de los nómadas mongoles y de Manchurria que terminaron gobernando el territorio. Un general traidor les abrió las puertas… Traidores extraviados tenemos muchos.