En el deporte olímpico, cuando un atleta gana una medalla de oro, alcanza su más alto lauro.
Y Si en una nueva edición del certamen atlético en el que vuelve a competir repite la historia -de anexarse otra presea dorada- entonces ve consolidada su estelaridad y, por consiguiente, recibe por parte de la prensa el despliegue de sus resonantes triunfos que lo llevan a la Inmortalidad.
Ocurre igual en otras actividades. Digamos, por ejemplo, en el plano académico cuando un estudiante logra terminar sus estudios del nivel superior (en la universidad) y se gradúa con las notas más altas: Cum Laude; Magna Cum Laude o Suma Cum laude.
Cualquiera de esos galardones que obtiene el nuevo profesional puede ocasionar -sin proponérselo- que su ego se eleve hasta el cielo.
Luedo de el magistrado Román Jáquez Liranzo, en su condición de presidente de la Junta Central Electoral, realizara un positivo trabajo -el que se concretó en un final feliz para la democracia de República Dominicana por la celebración sin traumas de las elecciones presidenciales y congresuales montadas en julio del 2024-, fueron muchos los elogios que recibió por su estupenda gestión.
Hasta a mis neuronas llegó la motivación para unirme a esos elogios y escribir un artículo que lo “adorné”, haciendo un símil con el triunfo del atleta que gana medalla de oro en una competencia en el exigente deporte olímpico.
Gracias a la eficiencia de Jáquez Liranzo y su equipo en la JCE, en el mes de julio de este año se montaron unas elecciones sin tropiezos y nada de resabios por parte de los candidatos perdedores.
Jáquez Liranzo fue confirmado como presidente de la JCE en un acto celebrado la semana pasada.
Es el primer presidente del órgano organizador de las elecciones presidenciales en ocupar el cargo por dos períodos seguidos.
Ricardo de los Santos, presidente del Senado, el organismo del Congreso Nacional que tuvo a su cargo elegir a los nuevos miembros de la JCE, aprovechó la actividad para proclamar que “no tengo la más mínima duda de que no habrá fallas en los próximos cuatro años de la nueva Junta Central Electoral”.
Jáquez Liranzo, al ser reelecto presidente de la JCE, lleva en su cuello su segunda medalla de oro.
Como los grandes atletas de alta competencia, entra a la inmortalidad tras salir airoso en el delicado y arduo trabajo como organizador del pasado proceso electoral.
Su presidencia en la JCE debe continuar sin tropiezos en el nuevo cuatrienio (2024-2428) y que, al término de las próximas elecciones nacionales, la democracia dominicana quede solidificada, como espera toda la sociedad.