Como cada nuevo año, una de las palabras más recurrentes es oportunidad. Y luego de todo lo que acarreó la pandemia de la Covid-19, centrarse en las oportunidades parece una buena idea.
De hecho, en su mensaje de felicitación de año nuevo, el presidente de la República, Luis Abinader, fue efusivo al decir que el 2022 sería un año de “muchísimas oportunidades”. Las evaluaciones económicas y el panorama internacional lo confirman.
Una política exterior hacia la productividad
El mercado global atraviesa por grandes desafíos. Tanto la situación generada por la crisis de los contenedores, la inflación a nivel internacional y las variantes de la Covid-19 mantienen al mundo en incertidumbre continua.
Con todo, organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI) sugieren un crecimiento del PIB global del 4.9 por ciento. La razón viene unida a los estímulos que recibieron las economías durante el periodo más urgente de la pandemia.
Esa previsión de crecimiento es la primera gran oportunidad que tiene la República Dominicana. Ya se sabe que el país cuenta con una ubicación geográfica estratégica para nearshore.
A esa ventaja se le une el giro hacia la izquierda que han ido asumiendo algunos de los gobiernos de las naciones de la región. El temor que generan estas orientaciones en inversionistas internacionales es aprovechable para la captación de Inversión Extranjera Directa.
Aquí, lo más importante se relaciona con las políticas de promoción de las oportunidades que ofrece la República Dominicana para invertir. El servicio diplomático del país juega un rol protagónico en este sentido.
China y USA
China identificó una oportunidad en la pandemia para estrechar lazos con los países de Latinoamérica. Mediante la Diplomacia de las Vacunas, adquirió espacios en naciones como la República Dominicana.
Entre tanto, Estados Unidos continúa siendo el principal socio comercial de los dominicanos. Pero, desde 2019 el intercambio de bienes y servicios con el mercado chino sigue una trayectoria ascendente.
¿El resultado? Si la República Dominicana mantiene su apertura comercial, apostando a la neutralidad política, contará con dos grandes socios comerciales. Esto se traduce en el fortalecimiento de las relaciones diplomáticas, a la vez, se constituye en un atributo determinante para cumplir los objetivos de incremento de las exportaciones de bienes y servicios establecidos en el Plan Nacional de Fomento de las Exportaciones.
Una economía en franca recuperación
A finales de diciembre, el Banco Central presentó un informe sobre el comportamiento de la economía dominicana durante 2021. El gobernador del BCRD, Héctor Valdez, señaló en rueda de prensa que el año concluiría con un aumento del Producto Interno Bruto superior al 12 por ciento.
Las razones para un comportamiento de esta naturaleza fueron diversas. Por un lado, estuvieron los estímulos desde el gobierno, por el otro, la inversión recibida en distintas áreas.
Es decir, independientemente de la situación generada por la pandemia, el país pudo mantener una economía ágil. Justamente por lo positivo que fue el cierre de año, es de esperar que 2022 suponga una mejoría importante en términos económicos.
El pelo en la sopa: La Inflación
Si bien el año viene lleno de oportunidades, hay distintas variables que deben conjugarse para que la realidad sea tan positiva como se prevé. Primero, es importante destacar que el crecimiento del 12 por ciento en el PIB es en comparación con el 2020, con todo el retroceso que le acompañó. Así que, se puede decir que la economía creció, pero que esa no es toda la historia.
Luego está la inflación. De acuerdo con el Banco Central, durante el periodo enero – noviembre de 2021, la inflación interanual se colocó en 7.71%. Las razones van desde aspectos geopolíticos hasta escasez de suministros, aumento en el precio de transporte o subida del precio de petróleo.
En síntesis, la República Dominicana tiene grandes oportunidades para continuar su proceso de fortalecimiento económico. Sin embargo, estas deben tomarse con pinzas. Las principales amenazas del país están fuera del control que pueda ejercerse desde el mercado interno, por lo que, la política exterior será vital para aprovechar todo el potencial que trae el nuevo año.