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En la deuda externa de República Dominicana hay un cambio significativo. Uno en la composición de sus acreedores, destacando la creciente influencia de Francia como principal prestamista bilateral.
Este crecimiento no parece ser un fenómeno aislado, sino que refleja una tendencia más amplia hacia la diversificación de las fuentes de financiamiento del país.
Esto es importante, porque permite reducir la dependencia de un solo acreedor o grupo de ellos. Quizás aplica aquí la frase de “no colocar todos los huevos en una misma canasta”.
Francia, con quien República Dominicana tenía en 2020 una deuda de US$818 millones, ha visto cómo esta cifra se incrementó a US$1,194 millones en junio de 2024. Este aumento coloca al país galo a la cabeza de los acreedores bilaterales, superando a naciones como España y Brasil.
La participación de FRancia en la deuda externa dominicana
La participación francesa en la deuda externa dominicana ha pasado del 2.7% en 2020 al 3.1% en 2024, consolidando su posición en la región. No es cualquier cosa.
Este auge del financiamiento francés se ha materializado en proyectos concretos, como la adquisición de nuevos vagones para el Metro de Santo Domingo, financiados a través de la Agencia Francesa de Desarrollo (AFD). Mientras tanto, países que anteriormente desempeñaban un papel importante, como Brasil y Venezuela, han visto reducir su participación en la deuda dominicana.
Venezuela, que fue un acreedor clave bajo el Acuerdo Petrocaribe, ahora cuenta con un saldo de apenas US$78.7 millones.
Por otro lado, EE.UU, principal socio comercial de los dominicanos y tradicionalmente uno de los principales acreedores, ha bajado drásticamente su presencia en la cartera de deuda.
Desde 2021 la nación norteamericana no mantiene una cartera activa, con su último préstamo registrado en US$3.7 millones. Este repliegue de EE.UU. contrasta con la creciente participación de organismos multilaterales como el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco Mundial, cuyos préstamos representan el 15.4% del total de la deuda externa dominicana.
Nuevos cambios
El reequilibrio en la composición de la deuda externa, además de reflejar las nuevas alianzas y prioridades del país, deja ver un cambio en la forma en que la República Dominicana financia su desarrollo.
La creciente dependencia de los bonos privados, que representan el 75.1% de la deuda externa total, podría ser una señal de un enfoque más agresivo hacia el mercado internacional de capitales, lo que conlleva tanto oportunidades como riesgos.
¿En qué proyectos concretos se está invirtiendo parte del dinero, la “plata”? La respuesta, aunque parcial, apunta hacia una mayor inversión en infraestructura y en la modernización del transporte. Que sea así no es malo.