El turismo ha sido duramente golpeado por la pandemia, y para entender lo que viene debemos tener presente: a) Es un descalabro mundial, no una crisis del turismo dominicano como la del año pasado que liquidó el crecimiento de la llegada de turistas desde junio 2019 a febrero 2020; y b) Si es mundial, no podemos responder a lo loco, porque la mayor parte de la ecuación no está bajo nuestro control.
Pero las crisis siempre dejan buenas herencias. Esta vez, ya lo dijo Frank Rainieri en su encuentro con ADOMPRETUR, el turismo ha ganado el reconocimiento social que le hacía falta. Mi propuesta sobre una prueba total (cierre de todos los hoteles y otras empresas de actividades turísticas por casi 4 meses) ocurrió y ha servido para tomar conciencia de la importancia del sector.
Ahora más gente quiere saber qué pasará, cuándo abrirán los hoteles o los aeropuertos, qué debemos hacer. Prometí a muchos preocupados responderles con un artículo. Aquí esta:
En lo interno
1. Revisión y reorganización total del sector, comenzando por el análisis de la competitividad, para ajustarnos a las nuevas circunstancias creadas por una crisis sanitaria y económica, que desordenó la economía mundial y daño al turismo mundial como nunca antes había ocurrido.
2. Programa de apoyo financiero al sector al estilo de lo que están haciendo los países en los que el turismo tiene un rol económico fundamental. Es el caso de España, Francia, Italia, etc. Considerando para esto toda la cadena de valor, desde grandes cadenas hoteleras hasta las 185 mil mipymes con actividades productivas vinculadas al sector, asumiendo el hecho de que el turismo es uno de los motores fundamentales para nuestra recuperación económica.
3. Reestructuración de las instancias de supervisión, incluso con asistencia externa experimentada, para generar confianza asegurando el cumplimiento de los nuevos protocolos obligatorios para todos los actores (aerolíneas, aeropuertos, transporte, alojamiento, gastronomía, bares, entretenimiento, excursiones, tiendas y oferta complementaria en general).
4. Atención urgente a los problemas de servicios básicos en las comunidades y áreas turísticas (agua, residuos sólidos, seguridad ciudadana, transporte, cuidado de las playas, y eliminar en ellas el micro tráfico, el desorden en las ventas ambulantes y el comercio ilegal de oferta complementaria, etc.)
5. Aumento bajo supervisión, para evitar el desperdicio en gasto corriente, de las asignaciones a los municipios turísticos para invertir en proyectos y atención a las necesidades fundamentales
En lo externo
6. Estudios de mercado para identificar nuevas actitudes y tendencias de comportamiento de los turistas. Se generaría conocimiento para la comunicación con potenciales clientes. Utilizar empresas de primer nivel, las más experimentadas y reputadas en cada región.
7. Nuevas estrategias para la mantener la participación en mercados tradicionales que ahora apartan el 90% de turistas (Número del 2018: Estados Unidos (42%), Canadá (16%), Francia (4.5%), Alemania (4%), Rusia (4%), Argentina (4%), Inglaterra (3%), España (3%), Brasil (2%), Chile (2%), Colombia (2%), y Puerto Rico (2%).
8. Estudiar la factibilidad de crecimiento en mercados actuales pequeños pero con potencial crecimiento en América Latina y Europa. Desarrollar nuevas estrategias comerciales y de comunicación.
9. Revisión profunda de las estrategias de inversión en comunicación (relaciones públicas, publicidad y promoción) para adecuarla a las nuevas realidades, potencialidades y necesidades de cada mercado. Centrar la inversión en los mercados con alto potencial
10. Uso intensivo de la comunicación digital con agencias especializadas y revisión de la estrategia de inversión en ferias.