Todo el equipo de la fundación estuvo participando en el IX congreso de la Unión Latinoamericana de Ciegos, en Lima, Perú. La delegación contó con ocho jóvenes de la Escuela de Liderazgo y Autonomía (ELA), una madre, representación de mentores y parte de nuestro personal.
La importancia del evento estuvo en la posibilidad que tuvieron nuestros estudiantes de ampliar las redes de contacto, interactuar con los liderazgos de la región en materia de accesibilidad e inclusión de personas con discapacidad visual y acceder a nuevas tecnologías. Aportamos nuestras posturas en mesas de diálogos, intercambios con Startups y con representantes de organismos internacionales y mecanismos de integración regional.
La experiencia queda reflejada con fidelidad, en el texto que Michael Eusebio, uno de nuestros estudiantes, escribió a modo de informe. Quisimos compartirlo, porque resume el congreso y porque cuenta detalladamente algunas de las conclusiones más relevantes.
Cabe destacar que la participación en el congreso fue posible debido al apoyo que nos brindó Araject Airline, con su programa Mi Primer Vuelo. También, nos brindaron un aporte importante el Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional (Infotep) y la Dirección General de Pasaportes, así como el Programa Supérate.
Estudiantes de la Escuela de Liderazgo y Autonomía de la Fundación Francina participan en el noveno congreso de la Unión Latinoamericana de Ciegos
El congreso comenzó el lunes 28 de octubre de 2024 con una ceremonia de bienvenida dirigida a los participantes y delegados de los distintos países. En esta apertura se destacó el discurso de la presidenta de la Unión Mundial de Ciegos, quien subrayó que los gobiernos pierden hasta un 7% del PIB por no implementar políticas de accesibilidad, lo que conlleva costos evitables en diversos sectores.
Uno de los paneles más relevantes fue titulado “Derecho a la Diferencia”, donde Johnny Nojosa abordó el acceso a la audiodescripción. Nojosa explicó que este no es solo un medio de entretenimiento para personas ciegas, sino un derecho a la información recogido en el artículo 9 de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de 2006. Aunque este derecho debería estar integrado en los espacios culturales, Nojosa señaló que aún en 2024 sigue siendo una asignatura pendiente en muchos países. Otro ponente, Jorge Muñoz Morales, se centró en la democratización de la tecnología. Explicó que, tras ser rehabilitadas, las personas con discapacidad pueden tener acceso a diversas herramientas tecnológicas.
Un punto importante del congreso fue la mención de las dificultades adicionales que enfrentan las mujeres y las personas LGBTQI+ con discapacidad visual, quienes afrontan mayores barreras para alcanzar su autonomía. La combinación de la discapacidad con otras condiciones, como el género o la identidad sexual, agrava su exclusión social. Por ejemplo, las mujeres ciegas enfrentan mayores obstáculos para acceder a un empleo, ya que, además de la discapacidad, se les considera frágiles debido a su género, lo que lleva a familias y empleadores a limitar sus oportunidades laborales, empujándolas muchas veces a roles domésticos.
Agenda de Cuidados
En cuanto a la agenda de cuidados, se destacó que en América Latina hay 97 millones de personas con discapacidad, las cuales no están contempladas en las políticas de cuidados. Estas políticas tienden a enfocarse en quienes proveen los cuidados, pero no en quienes los reciben.Javier Güemez, director de Relaciones Internacionales del Grupo Social ONCE de España, destacó tres factores clave para garantizar la sostenibilidad de estas organizaciones:
Un sistema de gobernanza local participativo, en el que se evite perpetuar a sus líderes.
Alianzas con otras organizaciones, conectando con grupos más o menos vulnerables para fortalecer el acceso a fondos y la visibilidad del movimiento.
Nuevas fuentes de financiación, como el modelo de economía de impacto, que busca no solo un retorno financiero, sino también un impacto social positivo. Javier subrayó que los fondos estatales son insuficientes para generar un cambio significativo, y es necesario movilizar capital privado con una visión social. Además, mencionó que la economía de impacto debe ir acompañada de mecanismos de medición.
María Helena García Mora, coordinadora de la agenda de accesibilidad del Banco Mundial, resaltó la importancia de profesionalizar el movimiento de personas con discapacidad:
Fortalecer los datos desagregados y las estadísticas para visibilizar la necesidad de inclusión de personas con discapacidad en cada país. Un ejemplo notable es el reporte del Banco Mundial sobre inclusión en América Latina y el Caribe de 2021, que expone que el 15% de los niños con discapacidad no están escolarizados y que las tasas de analfabetismo entre personas con discapacidad son cinco veces mayores que las de niños sin discapacidad.
Reconocer la escala del problema: en América Latina, 85 millones de personas tienen algún tipo de discapacidad, afectando indirectamente a 195 millones de personas, lo que equivale a un tercio de la población..