República Dominicana es una media isla rodeada de agua por tres, de sus cuatro puntos cardinales. A veces pienso que los dominicanos no estamos conscientes de ello, no le sacamos provecho a algo que queda evidenciado de diferentes maneras, y que parece ser un tema cultural.
En lo gastronómico, por ejemplo. Aquí se consumen más productos terrestres, que los obtenidos del mar, obviamente por los precios que se derivan de la oferta, la demanda, y la producción. Nunca podremos comparar los valores de la carne de pollo, que se produce en cantidades industriales, con la de un buen pescado sacado de nuestras propias aguas.
En lo deportivo sucede igual, aunque se conocen esfuerzos por desarrollar deportes en la playa, como el voleibol o el fútbol, estos al final no parecen ser suficientes para hacerlos populares. En pocas ocasiones durante el año recibimos informaciones de eventos relacionados.
Cuando uno visita otras islas con condiciones similares a la nuestra, como Bahamas, el estadio de fútbol playero es parte de las cosas que con orgullo muestran los ciudadanos locales, por sus resultados internacionales, y su lugar en el ranking mundial.
Es que ese orden de posiciones lo establecen por los méritos que se logran en competencias internacionales. Al momento que escribimos esto ellos están ubicados en el quinto puesto del planeta con 1,772 puntos en el fútbol playa, mientras que en el masculino de mayores están en el lugar 200. De esto último allá nadie habla.
En nuestro país pasa lo contrario. En el fútbol playa apenas tenemos 156 puntos en la tabla mundial, una diferencia muy grande y en el orden de las selecciones absolutas del mundo aparecemos en el lugar 150, algo que celebramos como un avance por estar mucho mejor posicionados que Puerto Rico, entre otros. Por cierto, a los vecinos los superamos en ambas modalidades.
Pero el tema aquí es para estudio, es como para un análisis profundo. Debemos encontrar las razones que limitan desarrollar más deportes en la playa. Debemos invitar a las federaciones que tienen divisiones playeras a que identifiquen las vías para un mayor crecimiento, aunque vuelvo a decir que parece ser en todos los aspectos un tema cultural del dominicano.