Por donde quiera que pasemos balance a la Copa Mundial de Fútbol Femenina sub 17 encontraremos un resultado positivo.
Aquí les coloco un par de ejemplos.
Instalaciones
La República Dominicana quedó con los estadios remozados y colocados en el tope de la lista entre los mejores de nuestra área. Tanto el Félix Sánchez en la capital, como el de Cibao FC en Santiago, fueron mejorados y etiquetados como mundialistas.
Además, otras 10 canchas que sirvieron para entrenamientos y prácticas de las selecciones quedaron en óptimas condiciones. Nunca antes nuestro país había logrado tener tantas canchas profesionales de fútbol en buen estado, al mismo tiempo.
Asistencia
Antes de esta copa mundial, hablar de ir a ver un juego de fútbol femenino era algo que muy pocos colocaban entre sus prioridades, y muchos menos pagar para ello, a menos que alguna dama de su familia estuviese involucrada.
En este evento tuvimos varios récords de asistencias que fueron superándose a sí mismos, marcando el camino del éxito alcanzado.
Por ejemplo, el 19 de octubre en Santiago pagaron su entrada 3,258 personas para ver a RD vs Nueva Zelanda. Recuerde que hablamos de fútbol femenino.
Otro gran momento vivido fue con el partido de RD vs Nigeria el 22 de octubre, donde 15,535 fanáticos apoyaron a las nuestras en el Félix Sánchez.
Aunque el verdadero escándalo se produjo en el juego final el 3 de noviembre con 18,410 asientos ocupados, un récord hasta para el futbol masculino de RD.
Que nadie me hable de boletas regaladas, porque si es cierto que se regalaron algunas, no fueron tantas como para llegar a esas cifras. Además, solo se usan los tickets gratuitos cuando interesa el producto.
En este breve espacio no nos cabe escribir sobre todos los tópicos, como la confianza depositada a nuestra nación, o el proceso de aprendizaje vivido, pero sí podemos concluir diciendo que como país sacamos “100” en la organización de la Copa Mundial Femenina de Fútbol Sub 17, gracias a un grupo de patriotas deportistas responsables, y a nuestras autoridades.