Para nadie es un secreto que la carrera del talentoso Wander Franco está en una incertidumbre espantosa por una acusación que comenzó en redes sociales y que tomó más cuerpo al llegar a los medios tradicionales de comunicación.
El defensor del campo corto en los Rays tiene un contrato de 182 millones de dólares hasta el 2032, pero podría perder todo por este caso.
Aquí son varios los errores cometidos que podrían educar a los demás, aunque un viejo refrán reza… “nadie aprende en cabeza ajena”.
Muchas veces nos ha tocado impartir charlas en los programas preventivos de Major League Baseball, donde hacemos énfasis en la importancia de tener un buen comportamiento, cuidar la imagen, tratar de usar los medios y/o redes, como herramientas para crecer.
Todo comienza fuera del terreno, después que las habilidades en él te permitieron firmar para profesional. Siempre les decimos que no solo es jugar bien, también deben respetarse a sí mismos y a la organización para la que trabajan.
Cosas tan sencillas como pasar semáforos en rojo, son actos irresponsables con los que se ponen vidas en riesgo, además del mal ejemplo al no respetar las leyes de tránsito. A esos los denuncian con su nombre y organización.
En el caso de Wander las cosas son peores por mucho. Todo comenzó cuando una joven publicó fotos de ellos en poses que se toman las parejas vinculadas sentimentalmente, seguido de él negándolo en su cuenta de Instagram, lo que dio más volumen al problema.
Eso fue un mal manejo dos veces. Permitirse unas fotos inadecuadas, además de provocar más la atención.
Posteriormente la fiscalía dominicana denunció que tenía otra querella similar, lo que provocó que el equipo de Tampa Bay lo apartara de sus filas, además de remover todas las fotos de Franco en el estadio. Su casillero se mantuvo intacto, pero no sabemos si lo volverá a usar.
Con este caso todos debemos aprender a pensar un poco más antes de actuar, a enfocarnos en la tarea que nos toca, pero más que todo a proteger los dones que Dios nos da.