La Federación Internacional de Asociaciones de Fútbol (FIFA) se caracteriza por tener control de todos los países miembros afiliados, bajo el argumento de desarrollarlos en la misma dirección.
Entregarse a ello es el precio que cada nación debe pagar si quiere disfrutar de los innumerables beneficios que brinda la organización deportiva individual más poderosa del mundo.
De ahí se desprende que todos los calendarios de las actividades futbolísticas en esos afiliados están coordinados por el órgano rector.
Por eso cuando en los medios de comunicación nos referimos a las fechas FIFA, estamos hablando de momentos reservados para que las selecciones de cada país puedan trabajar con sus integrantes convocados, sin resistencia de sus clubes.
Completamente diferente al béisbol, que fue sacado de los juegos olímpicos porque los equipos dueños de los contratos no les dan permiso a los peloteros de ir a representar su país. Por eso se vieron obligados a crear su propio evento llamado “Clásico Mundial de Béisbol”.
Los del comité olímpico internacional mantienen el argumento de que como los mejores beisbolistas no pueden ir a su máximo evento, entonces esa disciplina no genera el interés del público. Aunque en sedes donde la pelota es importante como Tokio, pudieron tenerlo como invitado.
Pero volvamos al fútbol.
En fechas recientes se realizaron partidos de competencias internacionales en el estadio de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra en Santiago sin clubes criollos involucrados. Esto confundió a algunas personas que creyeron que la Liga Dominicana de Fútbol debía parar su calendario, pero no sucedió.
Los torneos de clubes no son con selecciones nacionales. Es decir que estos ya tienen bajo contrato a sus integrantes, los que deben estar disponibles para las competencias que se les presenten.
Lo tradicional es que pertenezcan a alguna liga nacional y que por buenos resultados puedan clasificarse a eventos internacionales. Pero no dejan de ser instituciones que reflejan el interés de sus fanáticos y propietarios.
Lo que sí deben tener pendiente es que cuando algún jugador de sus filas es llamado a representar su país, tienen que liberarlo o podría ser sancionado.
Ya hemos visto casos de juveniles dominicanos en Europa proyectados como futuras estrellas que no los quieren prestar y nuestra federación simplemente hace la solicitud vía FIFA.