Quienes no fueron capaces de indignarse, y guardaron culposo silencio cuando Yanalán asqueroseó a doña Miriam Germán en el CNM y ante todo el país. con la callada satisfacción del presidente Danilo Medina- hoy celebran como un boche a Yeni Berenice y a Wilson Camacho la ya famosa carta de la procuradora general.
Miriam Germán y Yeni Berenice
Otros dicen que la carta de doña Miriam es un espaldarazo a la campaña que mantienen comentólogos y abogados del diablo que defienden a exfuncionarios imputados por corrupción, y critican que la carta fuera publicada, en vez de quedarse como una comunicación interna.
Llegan más lejos, pues osan plantear que -en los hechos- doña Miriam favorece el secuestro de la justicia que hizo el PLD al encabezarla por abogados identificados públicamente con ese partido, buscando moldear el sistema a la medida de sus acciones para enriquecerse rápido y mucho, sin consecuencia alguna.
Más que reconvención a los subordinados, la carta de doña Miriam está inspirada en el mismo espíritu institucionalista y patriótico con que Luis Abinader encargó a ella y a Yeni empezar a transformar el mercado de marchantes en que el PLD degradó el sistema nacional de justicia.
Que tanto como el presidente, doña Miriam Germán, como Yeni y Wilson y los equipos que los acompañan, en realidad aspiran a que el Poder Judicial opere como un sistema que administre justicia oportuna y efectiva, como el gran árbitro y controlador de nuestros desenfrenos, apetitos y ambiciones desbordados.
Ya antes, la misma jauría que infesta medios y redes bajo un manto de confusión para que no se produzca el merecido castigo a los que los procuradores imputan por corrupción, ha pregonado y agitado guerras y enfrentamientos encarnizados entre doña Miriam, y Yeni y Wilson, primero.
Y luego han enarbolado cuanto tecnicismo y subterfugio y manipulación han podido usar para eliminarle la carga que se echaron sobre sus lomos quienes supuestamente se apropiaron del patrimonio que es de todos.
Se trata de gente que considera les corresponde a ellos el derecho a disfrutar de grandes privilegios en detrimento de las crujías de todo un pueblo.
Para mí, ciudadano pérez, que doña Miriam ni Yeni no están a favor ni en contra de nadie sino comprometidas sólo con las leyes, como instruyó el presidente al momento de juramentarlas.
Y que, en última instancia, están echando pa’lante el Ministerio Público contra viento y marea, como titulaba recientemente El Caribe, y empezando a sanear al sistema todo de justicia.