Uno más Uno, el programa informativo que dirige el periodista Juan Bolívar Díaz, celebró este lunes sus primeros treinta años de servicio a la comunidad. El espacio lleva, desde el primer día, el sello inconfundible de su recia personalidad y ha sido siempre una oportunidad abierta a la discusión libre y franca de las ideas. La celebración misma es un reconocimiento a la integridad y perseverancia de un hombre apegado tercamente a su visión del mundo y a su compromiso con las libertades públicas. Pero es también un reconocimiento a la tolerancia de aquellos que en el gobierno lo aceptan como un aporte al crecimiento de la institucionalidad democrática de la nación.
Juan Bolívar y Uno más Uno han sido siempre tenaces críticos de los excesos, a nivel público como privado. En una sociedad democrática ese papel es fundamental y en determinadas circunstancias reemplazo de la debilidad institucional que todavía padecemos. Sus relaciones con la autoridad pública ha sido, a lo largo de la existencia del programa y de su ejercicio profesional, un modelo de coexistencia civilizada.
Los gobiernos que han sido blancos de sus críticas lo han respetado porque a pesar de su firmeza y la dureza de sus observaciones, nunca traspasa los límites de la decencia y el respeto a los demás. Sus correctas pero distantes relaciones con la autoridad pública son un signo de la tolerancia que la práctica democrática, a la que él ha servido con pasión, ha ido forjando a medida que se entiende e impone la importancia de la libertad de prensa.
Juan Bolívar es un referente obligado del periodismo libre e independiente y alta expresión del ejercicio puro del oficio. Eso explica en gran medida la irracionalidad con la que sectores radicales se le oponen, lo cual es una razón adicional para unirse a la celebración del aniversario de un programa que honra al periodismo dominicano.