En los últimos años, muchos años, se viene advirtiendo sobre los efectos mundiales del cambio climático, del mismo modo se enumeran las causas responsables. El dedo acusador apunta de forma directa a la humanidad.
Conforme vemos los daños causados por las personas al planeta, no cabe la menor duda de que no hemos sabido cuidar nuestra casa, la tierra.
Las personas son responsables de los altos índices de contaminación y del agotamiento de los recursos que el planeta nos ofrece para subsistir.
Conscientes del peligro en el que nos encontramos por causa de la contaminación, por no dar un uso adecuado a los recursos naturales y por el pésimo manejo a los desechos, se levantan voces que reclaman a los organismos internacionales, a los gobiernos, a las organizaciones que trabajan por la conservación medioambiental. Queremos, como siempre, que otros hagan el trabajo que nos corresponde a todos.
Alguna vez nos hemos preguntado ¿qué podemos hacer nosotros para cuidar nuestro medio ambiente?
Lo cierto es que podemos contribuir con pequeñas acciones y al mismo tiempo enseñar a nuestros hijos su responsabilidad y el valor de cuidar el planeta, empezando por implementar la cultura del reciclaje. En todas las ciudades del mundo se practica, mediante esta, las personas clasifican los desechos, los colocan en diferentes contenedores, para darles un nuevo uso en el futuro.
Es tan sencillo tener esto en cuenta a la hora de recolectar la basura en el hogar, sin embargo, por pereza y desinterés y claro, porque este es un trabajo exclusivo del Gobierno, ponemos todo junto en una misma bolsa de desperdicios.
Lo mismo pasa con el desperdicio del agua, el uso excesivo de la energía eléctrica, la odiosa mala costumbre de tirar basura en las calles y luego nos quejamos porque la lluvia inundó nuestra casa, porque esa misma basura tapó los desagües, pero la culpa es de la alcaldía por no hacer su trabajo a tiempo.
En realidad, se trata de un problema de años, de un daño que a veces luce irreparable, pero con un poco de conciencia y responsabilidad, con pequeñas acciones es mucho lo que podemos lograr.