Son muchos los padres que se me acercan con una misma inquietud, relacionada con el poco tiempo que tienen para cooperar con el desarrollo y las tareas diarias que les asignan a sus hijos, dadas sus múltiples ocupaciones. Esta es: “¿Debo ponerlos en sala de tareas?” Insisto de nuevo con el manejo del tiempo, ya que, dependiendo del uso adecuado del mismo, va a depender el desenvolvimiento de la vida diaria. Si hay algo en lo que se puede evaluar que ya se iniciaron las clases, aún para los que no están pendientes de ello porque no tienen hijos en edad escolar, es salir a las calles entre 7:00 y 8:00 p.m., o al mediodía, dado el caos que existe en el tránsito vehicular.
“¡Vístanse que ya es tarde!” “Desayunen, es tarde”, o simplemente “déjenlo en la mesa”, ya que no hay tiempo para comer, es la fotografía de muchos hogares, o de la mayoría, al iniciar cada día en época escolar. Esta situación conlleva a que las mañanas se conviertan en escenarios de discusiones y pleitos, los cuales repercuten entre los padres, que a veces se acusan unos con otros por no salir a tiempo. Pero, hay un aspecto que quiero tratar hoy, y es uno que se ha convertido en el complemento para la educación. Con esto me refiero a las salas de tarea, aparentemente para los padres que “no disponen de tiempo” para ayudarles a ejecutarla.
En cuanto a esto último, las salas de tarea o, lo que es lo mismo, buscar un profesor adicional para ayudar a los niños o adolescentes a desarrollar sus deberes y responsabilidades académicas, el principal problema es que a ellos no se les está enseñando dos cosas: primero, que papá y mamá trabajan, y que, aunque el principal compromiso es educarlos, la responsabilidad de hacer sus deberes escolares es de ellos mismos. Y, segundo, enseñarles desde pequeños a hacer uso adecuado del tiempo, evitando distracciones, especialmente con videojuegos, televisión, internet, etc., en horas necesarias para realizar sus asignaciones. Basta con organizarles y revisarles, aun por vía telefónica, a partir de qué hora pueden utilizar estas cosas señaladas, que, a todos, no solo les está ocupando parte del día, sino también, provocando distanciamiento dentro del hogar. Sumando con esto, un nuevo gasto y nueva necesidad de ingreso para la familia.