Una de las figuras políticas que ha salido del pasado proceso electoral con mayor fuerza y posibilidades futuras, lo es la doctora Margarita Cedeño. Algunos podrán entender que por el hecho de que el PLD perdió las elecciones y que Margarita ya no será vicepresidenta, su aval y su figura política quedan reducidas. Pero no es así. Es todo lo contrario.
Hoy día, Margarita es una de las mujeres con mayor trascendencia en la sociedad, una de las dirigentes que tiene el mayor espectro de posibilidades para subir grandes peldaños en la escalera política y con amplias posibilidades de convertirse, en unos años, en la primera mujer presidenta del país.
En este proceso, Margarita actuó con coherencia y con respeto a sus criterios de mujer formada política y moralmente, en un sentido correcto. Ella tenía todas las condiciones para ser la candidata del PLD y ser el puente unificador entre Danilo y Leonel. Incluso, Danilo llegó a sugerirlo. Pero Leonel estaba obsesionado por volver a ser presidente, a pesar de haberlo sido ya en tres ocasiones. En vez de adoptar una actitud humilde y apoyar a Margarita como la opción unitaria del PLD, Leonel se empecinó en ser candidato detrás de volver a ser presidente por una cuarta y quinta vez.
A pesar de esa actitud poco humilde y solidaria con su esposa, en la convención interna del PLD Margarita apoyó de manera clara y decidida a su esposo. Dio la cara por él, llamó a votar por él e incluso hizo un hermoso cierre de campaña junto con él, con beso incluido. Pero, Leonel perdió la convención de Gonzalo Castillo y Danilo Medina. Adujo un fraude, pero lo cierto es que la perdió. Y antes que buscar una salida negociada con Danilo, para que el PLD se quedara en el poder con Margarita de candidata, Leonel nuevamente asumió una actitud poco solidaria y prefirió renunciar del PLD y dividir ese partido, dejando a Margarita en un difícil trance.
Margarita actuó con sentido de la historia
Ante aquella situación, Margarita actuó con un gran sentido de la historia y se quedó en el PLD. No acompañó a Leonel en su arriesgada decisión de crear una nueva organización, lleno de resentimientos en contra de su antiguo partido. Margarita pensó en la historia y en el futuro. Se dio cuenta que ella era parte activa y una de las figuras más valoradas de un gobierno y un partido que han transformada la nación dominicana. Por su actitud de lealtad al PLD, Gonzalo la escogió como candidata vicepresidencial. Ella jugó un papel de primer orden en el desarrollo de la campaña, lo cual consolidó y fortaleció su imagen política de cara al futuro.
Si Margarita se hubiese ido con Leonel, no tenía ninguna posibilidad de crecer como figura política y ser opción presidencial en tiempos cercanos, porque Leonel seguirá siendo la figura presidencial de ese nuevo partido por las próximas dos o tres elecciones. Y después de Leonel, la figura presidenciable de esa organización, por la lógica política dominicana, lo será Omar Fernández, el hijo mayor de Leonel, quien ya incluso es diputado electo. Es decir, en el nuevo partido de Leonel, Margarita no tenía futuro.
La mujer con mayor futuro político
En la actualidad, en el espectro político dominicana existen varias mujeres que muestran un perfil con posibilidades presidenciales a mediano o largo plazo. Entre ellas pueden mencionarse a la propia Margarita, a Carolina Mejía, a Faride Raful, a Minou Tavárez Mirabal, a Cristina Lizardo y a Lucía Medina, entre otras.
Pero no hay ninguna duda de que, a pesar de que el PLD perdió las elecciones, Margarita Cedeño es la mujer con la mejor imagen, la mayor fortaleza política y las mayores posibilidades de ser la primera presidenta dominicana.
Junto con Luis Abinader y Danilo Medina, la doctora Margarita Cedeño es una de las figuras políticas con mayor popularidad en la actualidad. Posee una gran capacidad como profesional, como funcionaria pública, como impulsora de importantes proyectos de apoyo a la población y como mujer que se preocupa por los valores y por ayudar a la gente.
El gran reto de Margarita a partir de su salida del gobierno el próximo 16 de agosto, es servir de apoyo a Danilo Medina y al Comité Político del PLD, para que esa organización pueda superar este momento con inteligencia, se fortalezca, desarrolle un proceso de renovación y adecuación, que lo consolide y lo mantenga como una opción importante de poder.
Si Margarita sigue actuando con la inteligencia, la visión y el sentido de la historia con que ha actuado en estos procesos políticos de los últimos meses, de seguro que su imagen y su proyección política se seguirán consolidando y multiplicando. Y si se mantiene activa en el PLD, y esta organización logra superar el difícil momento que vive, Margarita podría ser la carta de triunfo de ese partido en las elecciones del 2024 o del 2028, y se convertiría en la primera mujer que gobierna la República Dominicana. Lo que, con mucha justicia, se merece.