“Cuánto tú me cobras por ponérteme de espaldas”, “La traigo de Colombia y la subo pa’ Nueva York”, “Tengo 20 mil cueros y 30 mil camas”, “En cuatro bancos diferentes mi cuenta vacana, tú no has hecho lo que yo he hecho, te salieron canas”, “Tengo un carro de lujo pa’ frontea, pila de mujeres pa’ mata”, “ Tengo los granos de King Kong, criminal como Alcapone”, “La yerba que te fumas nosotros la tenemos”, “Si mañana no me hago millonario me doy un tiro”…
Lo que se lee son fragmentos de las letras que conforman las canciones de algunos de los “valores” premiados por la Asociación de Cronistas de Arte en la pasada gala de los Premios Soberano.
Me pregunto: ¿basado en qué Acroarte escoge a los galardonados?
¿Toman en cuenta las veces que suenan en los medios (muchas de esas por llevar una vida personal escandalosa) o el verdadero valor artístico y moral que los identifica?
Resulta alarmante, deprimente, asqueante, denigrante, escuchar y, peor aún, ver estas figuras como se exhiben. Si el contenido de sus canciones es bochornoso, más son las imágenes que conforman sus videos. ¿Cómo Acroarte, que ha sabido, en ocasiones, hacer muy buenas premiaciones basadas en verdaderos valores, ha caído tan bajo? No se deben exaltar estos personajes que promueven un contenido vergonzoso.
¿Qué ejemplos les estamos dando a nuestros hijos, a nuestros nietos? ¿Con qué moral exigimos respeto a la mujer, a la familia, como núcleo central de la sociedad, cuando se premian “valores” que exaltan precisamente lo contrario? ¿Son valores aquellos que exaltan el dinero fácil, el vicio, el sexo por paga, el desbordamiento, el derroche, los excesos?
No salgo del estupor, me siento indignada, rechazo la premiación de “valores” basados en vulgaridad física y verbal.
¿En que nos hemos convertido? Ver todo un público aplaudir estos ejemplos de “valores”, verdaderamente me ha conmovido en lo más profundo.
Una sociedad que premia estos contenidos, estos ejemplos, no puede hablar de educación, de moral y cívica, de moderación. Por el hecho de que abunden estos “dechados”, no significa que sean buenos para nada, mucho menos que sean valorados y premiados.
La yerba mala se propaga sin necesidad de abono y solo cortándola de raíz se logra eliminar. Esto es un reflejo de lo mal que estamos como sociedad, como familia, como personas.
Reflexionemos. Hagamos causa común en trabajar unidos para erradicar la yerba mala que se está propaganda a nuestro alrededor. Reitero mi pregunta: ¿en que se basa Acroarte para seleccionar esos “valores”?