Un riguroso abordaje acerca de la concepción y situación de los partidos políticos en nuestro país no podría hacerse sin que lo vinculemos a lo que ha estado sucediendo en el resto de América Latina.
Otra cuestión que hay que tomar en cuenta es, además, los planteamientos de diversos especialistas en Ciencias Políticas que han analizado el concepto de partido desde los ámbitos histórico, político y social.
En esa perspectiva, resulta importante referir que por la condición de máximos representantes de la soberanía popular que ostentan los partidos políticos, estos constituyen un elemento esencial para el funcionamiento de la democracia.
La implantación y consolidación de regímenes democráticos y constitucionales está estrechamente ligada a la existencia de los partidos políticos como expresión de la pluralidad de la sociedad. Por tanto, el conocimiento del origen, la evolución y la trayectoria actual de los partidos políticos de América Latina es sin duda, fundamental para el seguimiento y la comprensión del desarrollo de la democracia en la región.
Las profundas transformaciones que han tenido lugar en los últimos años en América Latina también han impactado el trabajo de los partidos políticos. En algunos países, partidos recién formados, con pocos años de trabajo han conseguido un respaldo mayoritario de los electores. En otros casos, partidos con una larga historia y que han dominado la vida política de sus respectivos países durante decenios, están inmersos en profundos procesos de cambios y de reducción significativa en su impacto en la sociedad.
Diversos profesionales de las ciencias sociales como Alain Touraine han venido abordando el tema del rol de los partidos políticos, desde una visión prospectiva, tomando en consideración el carácter dialéctico del accionar de las organizaciones políticas.
Touraine agrega además que el hecho de que “la palabra y la vida de cada uno esté en el centro de la vida colectiva; que el individuo, antes de ser un ciudadano que participa de la vida del Estado o un trabajador cumpliendo un papel económico, sea un sujeto personal que construye su vida: tal es el método a seguir para que la sociedad recupere la integración y que no recuperará bajo el efecto de las exhortaciones a la disciplina o el interés general”.
Esas expresiones de Alain Touraine retratan de manera clara cómo las aspiraciones individuales han ido sustituyendo progresivamente los ideales y aspiraciones de hacer realidad proyectos colectivos, dirigidos al bienestar común que fueron por décadas las máximas aspiraciones de los partidos políticos de vanguardia.
El reconocido sociólogo plantea que las crisis de las instituciones políticas no se sentirían con tanta fuerza si éstas no fueran el objeto de demandas sociales y culturales a las que los partidos y las instituciones mismas son incapaces de aportar respuestas adecuadas.
Como podemos apreciar, hoy en día las agrupaciones políticas se encuentran bajo la lupa de muchas miradas, por lo que deben jugar roles que respondan a las aspiraciones y expectativas de sus respectivas sociedades.
El carácter complejo y cambiante de panorama que ofrece el conjunto de los partidos políticos latinoamericanos en la actualidad plantea la necesidad de acceder a información actualizada para entender a plenitud el rol que deben jugar. De ahí que la educación política habrá de seguir jugando un papel de primer orden a lo interno de los partidos, y de manera muy especial, del Partido de la Liberación Dominicana, por ser obra del profesor Juan Bosch, quien mostró de manera reiterada sus convicciones sobre la importancia de la formación y educación política.