Hace unas pocas semanas, la Iniciativa Dominicana por una Educación de Calidad (IDEC) presentó un informe anual de seguimiento y monitoreo para 2018. El informe es muy amplio y da cuenta del estado de situación en numerosos aspectos contando a partir de 2013 cuando se incrementó sensiblemente el financiamiento público a la educación hasta un monto equivalente al 4% del PIB, según lo establece la ley.
Se trata de un informe riquísimo cuyo contenido merece ser conocido y discutido. En este artículo presento y discuto los resultados en varios aspectos: la matrícula, cobertura y los aprendizajes en los niveles de educación inicial, básica y media, el alcance de los servicios no educativos, la alfabetización, y la cuestión de la formación de maestros y maestras y de la carrera docente.
Matrícula estable, sobreedad se reduce y abandono no baja
El informe da cuenta que en el país hay 2.3 millones de estudiantes con edades entre 6 y 17 años. Ese número ha sido relativamente estable a lo largo de los últimos cinco años, y ha mostrado una ligera tendencia a la baja. Casi el 80% asiste a escuelas del sistema público, aunque se observa una tendencia moderada al traspaso desde centros privados a centros públicos especialmente en el nivel medio (secundaria).
De esto se desprende que hay algo más de 190 mil niños, niñas y adolescentes de entre 6 y 17 años que no están matriculados en las escuelas. Esto equivale al 8.2% del total de la población en ese rango de edad. Los porcentajes son particularmente elevados en los chicos y las chicas de 15 a 17 años. Casi el 16% de esos abandonó la escuela, en su mayoría hombres. El abandono es bastante menor entre infantes de 6 a 14 años. El porcentaje alcanza 5.7%.
El abandono o la inasistencia es también particularmente elevada entre niños, niñas y adolescentes con discapacidad. Alcanza el 21% del total, y el 13% entre 12 y 17 años nunca ha asistido a la escuela. La inasistencia también es más elevada entre infantes de hogares con inmigrantes, entre quienes alcanza el 10%.
El informe estimó que en el año escolar 2018-2019 la modalidad de Jornada Escolar Extendida (JEE) cubrió a algo menos de 1.3 millones de estudiantes. Esto fue equivalente a casi el 70% del total de estudiantes de los centros públicos y semioficiales.
Además, reportó que hay una percepción muy positiva de esta modalidad en cuanto a seguridad, conducta, aprendizaje y contribución económica a los hogares.
Por otra parte, el informe destaca que se aprecian mejores números respecto a la sobreedad y la proporción de estudiantes reprobados, aunque también estancamiento en cuando al abandono. En el nivel básico la sobreedad se redujo desde algo más de 12% en 2012-2013 hasta 9% en 2016-2017 y la proporción de reprobados desde 8% hasta 5.4%. En el nivel medio, la sobreedad bajó desde 18% hasta cerca de 12%. Aunque hay mejoría, destaca que todavía la incidencia es muy elevada, al tiempo que el abandono no cambió. En el nivel básico primario se mantuvo en 2.4% y en el medio en alrededor de 5.3%.
Aprendizajes: resultados muy deficientes
A pesar de los avances en sobreedad y en cobertura de la JEE, los resultados en el aprendizaje siguen siendo muy deficientes. En 2017, la evaluación del tercer grado de primaria arrojó que, en Lengua Española, solo el 12% de los estudiantes alcanzó un resultado satisfactorio y 50% de ellos alcanzó apenas un nivel elemental. En Matemáticas, sólo el 27% alcanzó un grado satisfactorio y un 44% un nivel elemental.
De manera similar, la evaluación para sexto de primaria arrojó que, en Lengua Española, el 27% obtuvo resultados satisfactorios comparado con 53% con resultados aceptables y un 20% con resultados apenas elementales. En Matemáticas, apenas el 4% obtuvo resultados satisfactorios y un 64% obtuvo un rendimiento apenas elemental, mientras en Ciencias Sociales y de la Naturaleza, los resultados satisfactorios rondaron entre 16% y 18%.
El informe destacó que el desempeño de las niñas fue superior al de los niños, que el de infantes de centros privados fue moderadamente mejor que el de centros públicos, que fue mejor entre estudiantes de nivel socioeconómico más alto y que, aunque a los de JEE también les fue mejor, las diferencias eran pequeñas.
Recuerda, además que en la prueba PISA, el país quedó en último lugar entre 72 país en sus resultados en matemáticas y ciencia, en el lugar 68 en lenguas y que el 71% de los y las estudiantes obtienen rendimientos bajos en las tres asignaturas. De la misma forma, apuntó que el Índice de Capital Humano (ICH) del Banco Mundial mostró que, aunque, en promedio, los y las estudiantes dominicanas cursan algo más de 11 años de escuela, lo que aprenden apenas equivalente a algo más de 6 años. Esto sugiere que pierden 5 años en términos de aprendizajes efectivos.
Educación inicial: mejorías
Una de las áreas donde se han logrado avances en educación inicial, gracias al impulso que le ha dado el Instituto Nacional de Atención Integral a la Primera Infancia (INAIPI), incluso desde que inició como programa bajo el título Quisqueya Empieza Contigo.
La educación inicial se refiere a la de niñas y niños hasta los cuatro años. En 2018 había un total de 609 centros públicos de atención a esa población, donde se proveyó servicios a más de 185 mil infantes. El total que asisten a centros públicos y privados es de 319 mil, lo que equivale a un 33% del total de la población menor de 5 años. Es evidente, sin embargo, que se trata de una cobertura muy insuficiente en la medida en que dos tercios no asiste.
Donde se perciben mejoras es que la cobertura para niños y niñas entre 3 y 5 años. Entre 2012 y 2016 la cobertura subió más de 11% alcanzando 50% del total de la población en ese rango de edad. El 45% del total asiste a centros públicos. En preprimario (5 años), la cobertura fue de 87%, aumentando un 14% entre 2012 y 2016. 66% asiste a centros públicos.
Servicios no educativos
La JEE está sirviendo de vía para que el Estado provea un conjunto de servicios y canalice subsidios a la población en situación de vulnerabilidad a través de la escuela. El Programa de Alimentación Escolar (PAE) alcanza a 1.8 millones de estudiantes, de los cuales más de dos tercios asiste en la modalidad de jornada extendida. Esto implica que el equivalente al 18% de la población del país es alcanzado por el PAE.
El informe reporta que un total de 924 empresas (casi todas micro y pequeñas) con un total de 23 mil empleados suplen a las escuelas. De ese total, 9 mil empleos se crearon entre 2013 y 2016 cuando la JEE fue tomando cuerpo. 56% de sus compras se realizan a suplidores locales.
Se prevé que, en 2019, el Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil (INABIE), a cargo del PAE y otros programas de salud (como servicios odontológicos y salud visual) gaste un total de 23 mil millones de pesos, lo cual equivale al 13.5% del presupuesto total de Ministerio de Educación.
Alfabetismo: se reduce
El esfuerzo por erradicar el analfabetismo ha encontrado más dificultades que las previstas y ha avanzado a un ritmo más lento que lo que se esperaba, pero al parecer puede ofrecer resultados.
La tasa de analfabetismo en población joven y adulta se ha reducido desde 9.4% en 2011 hasta 6.8% en 2017, y en 2019 se espera que cierre por debajo de 5%. El analfabetismo es todavía particularmente elevado entre población de 55 años y más, en las zonas rurales y entre el 20% de la población más pobre.
El informe destaca que el desafío en esta materia es trascender las intervenciones coyunturales y lograr “un sistema institucionalizado, permanente y flexible” que impida retrocesos y que ofrezca respuestas a las necesidades y demanda de formación posterior a la alfabetización.
Maestros y maestras: mayores salarios y deficiente desempeño
Las remuneraciones al personal docente han mejorado mucho. Entre 2012 y 2017 los salarios en el nivel básico subieron, en promedio, un 88%, y en la educación media en 97%. Eso significa que el rezago salarial era muy grande y que el esfuerzo presupuestario fue intenso.
Sin embargo, los resultados de la evaluación de maestras y maestros de 2017 y 2018 son tan deficientes como los de los y las estudiantes. Sólo un 2.9% obtuvo una calificación destacada y menos de 24% obtuvo calificación de competente. Un 63% de los docentes obtuvo resultados básicos o insatisfactorios. Lo que peor evaluación obtuvo fue la capacidad de planificación: 57% obtuvo insatisfactorio. A pesar de ello, el 100% de los docentes cobraron su complemento por desempeño.
En síntesis, después del 4% las mejoras más importantes han sido una reducción moderada de la sobreedad y del porcentaje de estudiantes reprobados, el aumento en la cobertura en educación inicial, el impacto no educativo de la jornada extendida a través de la alimentación y otros servicios, la reducción del analfabetismo y la dignificación salarial a maestros y maestras. También está, por supuesto, la mejora notable en la infraestructura escolar que no abordamos.
Sin embargo, el abandono no ha mejorado, la matricula escolar tampoco, y la calidad de la enseñanza y el aprendizaje sigue siendo de las peores del continente.