En todo el territorio de las Américas, en adición a los encuentros personales con indígenas de estatura muy superior a la europea, voceros nativos de diversas culturas del territorio, comunicaron a conquistadores, gobernantes, religiosos y encomenderos sobre la existencia de indígenas gigantes que por lo menos habían en el pasado habitado zonas en todo el continente y hasta algunas islas del Caribe, como la hoy llamada Curaçao, descubierta por Alonso de Ojeda en 1499 y a la que llamó Isla de los Gigantes porque en ella encontró nativos de muy alta estatura. En casi todo el territorio centro y norteamericano hay leyendas y tradiciones sobre la existencia de una raza de indígenas gigantes con piel blanca y cabellos rojizos o rubios. Juan Batalla, en “¿Existieron los gigantes?” (https://www.infobae.com/america/cultura-america/2018/02/03/existieron-los-gigantes-todas-las-respuestas-de-la-arqueologia-los-mitos-y-la-literatura/), señala que “… hay relatos que aseguran que alguna vez la tierra estuvo poblada por seres de dimensiones enormes. Como siempre, la ficción también dio cuenta de este interrogante: Jonathan Swift, Oscar Wilde y J. K. Rowiling imaginaron personajes extrañables con estas características. Esta nota ofrece un repaso de las teorías sobre el tema, desde las más legendarias hasta las más científicas”. Cita a James Vieira, productor de la miniserie documental “Búsqueda de los gigantes perdidos”, quien asevera que “Los masones, los rosacruces, los teósofos, los documentos religiosos incluyendo la Biblia, los grandes místicos, como Rudolph Steiner y Edgar Cayce, y las tradiciones orales indígenas de todo el mundo creen que los gigantes existían. Todos los exploradores tempranos bien conocidos en las Américas, John Smith, Francis Drake, Francisco Vázquez de Coronado, Fernando de Magallanes, Américo Vespucio, Hernando de Soto, entre otros, todos aseguraron que al encontrar pueblos nativos había gigantes, desde la actual Virginia (E.U.A.) hasta la Patagonia”. En “Historia de los indios Choctaw, Chickasaw y Natchez” (1899), Horatio Bardwell Cushman, genetista investigador de las las poblaciones nativas, que ha estudiado las características de los orígenes de las diversas culturas de Norteamérica. En “Las momias de cabello rojo”, se afirma que “en 1911, en una cueva de Nevada, Estados Unidos, (encontraron) momias de tres metros de alto y pelo rojo Además se encontraron gran cantidad de objetos, como esculturas, cestería y hasta señuelos para cazar patos, que son considerados de los mas antiguos hallados en el Nuevo Mundo. Lo más curioso es que los científicos de la época no le dieron mayor importancia e incluso muchos de los restos fueron enterrados por los propios mineros locales. En realidad fueron los indios nativos de la zona, los Paiutes o Piutes, que sabían de estos seres, los que hicieron conocer su existencia a través de leyendas. Estos indios han relatado que ellos mismos mantuvieron durísimas batallas desde tiempos inmemoriales con unos gigantes blancos que vivían en esa zona. Los Paiutes llamaban a este pueblo “Si-Te-Cah”, y era un pueblo guerrero casi imposible de derrotar. Además, aseguraban que estos gigantes eran caníbales. Por esta razón se unieron varias tribus indias para luchar contra ellos. ”
(http://exploracionovni.com/2012/03/momias-gigantes-de-pelo-rojo/).
Los gigantes de la Patagonia (VI)
En todo el territorio de las Américas, en adición a los encuentros personales con indígenas de estatura muy superior a la europea, voceros nativos de diversas culturas del territorio, comunicaron a conquistadores, gobernantes, religiosos y encomenderos