Recientemente recorrí varios pueblos del sur, en compañía de mis hermanos Pedro y Alberto, donde apreciamos las bellezas naturales y el encanto de esa zona, que tiene un turismo en desarrollo, gracias a obras realizadas por el Gobierno en diferentes puntos.
La primera mirada se la dimos a Azua, con su planicie en forma de herradura, colindante con la Bahía de Ocoa, rodeada de montañas de la cordillera Central, que la convierten en un paseo visual de ensueño.
Si quiere conocer más sobre la historia y cultura de Azua, te puede sentar en el Parque Duarte, donde niños, jóvenes y adultos de esta ciudad suelen recrearse. En su variada gastronomía, el coco es el ingrediente que pone un sabor especial al chivo guisado y al pescado frito.
A la llegada a Barahona, nos recibió su bello malecón, rodeado de los negocios y hoteles, que albergan a los cientos de turistas que visitan este punto de esa provincia llamada la Perla del Sur, por su parecido a esa joya preciosa.
Más adelante, nos esperaron las aguas turquesas del mar Caribe, que adornan todo el camino que nos sorprendió de manera grata cuando llegamos a los balnearios Los Patos y San Rafael, donde resuena la canción compuesta de manera magistral por el maestro Rafael Solano:” San Rafael, pasando por Paraíso, donde todo el mundo se enamora de este país”.
El tono azul de las aguas del Mar, reflejado por la intensidad del candente Sol y las nubes azules, que en el infinito reflejan un “un beso de zafiro en zafiro”, con la mirada cómplice de las montañas, se vuelve más intenso a medidas que nos acercamos a nuestro punto final, como fue Pedernales.
En el pueblo de Pedernales, sin ir a Bahía de Las Águilas, descubrimos la frescura para su agobiante calor, en su playa de arenas finas y blancas situada al lado de su malecón, la cual superó todas nuestras expectativas.
El largo recorrido en vehículo al punto a donde es tomado el bote para ir a la playa de Bahía de Las Águilas, por la dificultad del camino, es compensado con la bella vista presentada en el trayecto por el agua, donde observamos piedras talladas con finura por el escultor de la naturaleza, entre otras fantasías dibujadas en el medio ambiente.
Los invito a recorrer los rincones del Sur de nuestro país en compañía de familiares y amigos, con una baja inversión, para extasiar su alma y sumar salud a la vida.