Con las lluvias que hemos tenido recientemente en gran parte del territorio nacional, se pone en evidencia las precariedades en diversas áreas de servicios públicos. Uno de ellos es el drenaje pluvial y el costo que representa para el Estado Dominicano.
Según el expresidente del Colegio de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores (CODIA), Ing. Teodoro Tejada, las pérdidas en las últimas tres temporadas de lluvia fueron aproximadamente de 10 millones de pesos. Explica que todo este capital se hubiese conservado si existiera en el país un verdadero plan de prevención como forma de contrarrestar los embates de la naturaleza con las crecidas de los ríos que afectan las infraestructuras, la producción agrícola y como consecuencia las pérdidas humanas.
En ese tenor, no debemos ir tan lejos para saber la falta de políticas públicas en materia de drenaje pluvial y sistema de tuberías. Basta salir al polígono central en la ciudad capital en una “hora pico” con una incesante inclemencia del tiempo. Las calles se convierten en ríos, porque los filtrantes están repletos de basura. Ves flotar todo tipo de desechos, y los vehículos, dependiendo de su tamaño, son arropados por las inundaciones. Agreguen las graves enfermedades concentradas durante y luego de que pasa el diluvio, lo cual repercute directamente en perjuicio de los ciudadanos.
Sin alimentos, un ambiente sano, un sistema efectivo de trata de aguas residuales y educación ciudadana no progresaremos como sociedad. Las políticas públicas deben concebirse a largo plazo, como forma de hacer las cosas para que perduren en el tiempo y no con decisiones populistas de inmediatez. Gobierno y ciudadanía, que al final componemos lo que se denomina Estado; debemos cumplir con nuestro papel correspondiente, de esa manera, el Estado se verá más fortalecido y todos nos beneficiaremos.