Leonel Fernández aspira a retornar al poder y en sus discursos promete resolver en 4 años problemas que no pudo solucionar en 12.
La presunta lucha contra la corrupción se quedó en discursos, pues en los gobiernos de Fernández la Cámara de Cuentas entregó más de 38 auditorías a la Dirección de Prevención de la Corrupción Administrativa (órgano que existía en ese entonces) que revelaban violaciones serias. Sin embargo, el DPCA no hizo nada al respecto. El tema del narcotráfico también fue un problema.
En 2009 el Encargado de Negocios de Estados Unidos, Christopher Lambert, expresó preocupación sobre la incidencia del narcotráfico en la economía dominicana. La Gallup de diciembre 2009 señaló que el 80% de la población consideraba que el narcotráfico aumentaba y que el 52.6% entendía que había complicidad con las autoridades.
Según cifras del Departamento de Estados de EE.UU. en República Dominicana ingresaban aproximadamente 1,000 millones de dólares anuales producto del narcotráfico. Sin embargo, según datos de la DNCD, el año anterior se decomisaron 300 millones de pesos, lo que llama a cuestionamientos respecto a dónde fue a parar el resto del dinero.
Otro de los fallos fue el auge de la criminalidad.
La tasa de homicidios llegó en 2010 y 2011 a 27 por cada 100,000 habitantes, por lo que esos años fueron los más sangrientos para el país. Actualmente se encuentra en 10 por cada 100,000 habitantes.
A esto hay que agregar que 2010 fue el año en que más feminicidios ocurrieron, con 210 mujeres asesinadas.
En cuanto al turismo, el crecimiento en el país en el primer semestre de 2011 alcanzó apenas 3.5%, cuando el crecimiento regional fue de 5 por ciento, no obstante no enfrentaba circunstancias adversas externas (como una pandemia mundial).
En cuanto a la inflación que en la actualidad protagoniza muchos de los discursos de Fernández, son incomprensibles las críticas a una inflación interanual de 9.64% producto del manejo del alza de precios que ha sido consecuencia de factores externos excepcionales (como una guerra, por ejemplo) cuando en su gobierno la inflación interanual era de 14.58% sin presentarse ninguna de estas circunstancias extraordinarias para justificarlo.
Por otro lado, informes como el Índice sobre Libertad Económica del 2011 señalaban que el entorno económico de la República Dominicana estaba afectado por elementos como desempleo, crisis eléctrica y falta de transparencia.
En otro orden, el Índice Global del Hambre reveló en 2001 que 10.2 por ciento de los dominicanos sufrían de hambre.
Es decir, que mientras el expresidente hablaba de “Nueva York chiquito”, muchos dominicanos se acostaban sin cenar.