La revolución digital ha irrumpido en la humanidad hace solo 22 años, acompañada por la inteligencia artificial; se está en la transición, o en un punto de inflexión. Se va montando sobre la revolución industrial, iniciada en el Siglo XVII con el uso del vapor y el carbón en Inglaterra. Por ser un punto de inflexión, ambas se confunden. Pero es un cambio de Era.
La Organización de las Naciones Unidas tiene lo que denomina Tecnología de la Información y la Comunicación (TIC), revela que de 2019 a 2021 ha habido un incremento de 4 mil 100 millones de usuarios a 4 mil 900 millones; es decir, 800 millones.
El organismo estima que de las 2 mil 900 millones de personas “que siguen careciendo de conexión, el 96% vive en países en desarrollo”. Agrega que aún de aquellos 4 mil 900 millones de usuarios conectados “cientos de millones sólo pueden conectarse con escasa frecuencia, a través de dispositivos compartidos, o unas velocidades que limitan notablemente la utilidad de dichas conexiones” (“Facts and Figres” 2021).
El informe revela que durante el primer año de la Pandemia Covid-19 la conectividad creció más de 10%. Llama la atención que en países en desarrollado fue de un 13%; precisa que en los 46 países menos adelantados (PMA, terminología de la ONU) superó el 20%.
Viendo esos resultados puede deducirse que la pandemia aceleró el proceso, por eso el pueblo dice “no hay mal que por bien no venga”; o Albert Einstein “las crisis son oportunidades”.
El informe nos trae este dato: “ La brecha digital de género se está reduciendo a escala mundial, pero siguen existiendo grandes diferencias en los países más pobres”. Pasa a aportar este otro dato: “A nivel mundial, en promedio, el 62% de los hombres utilizan Internet, frente al 57% de las mujeres”; precisa, en cambio, que en los países desarrollados se sitúa casi parejo 89% los hombres y 88% mujeres; en los países menos adelantados la diferencia se ancha, 31% hombres y 19% mujeres. Mejora el porcentaje en los países en desarrollo, pero la diferencia de género es prácticamente igual, 38% hombres a 27% mujeres.
A nivel mundial la diferencia de la zona urbana a la zona rural, es 76% a 39%. Sin embargo, en economías desarrolladas esa diferencia es reducida en utilización de internet, se sitúa 89% urbana a 85% rural. En los países menos adelantados (PMA) se coloca urbano 47% en uso de internet a 13% rural. Del total de la población joven, el 71% de ellos utiliza internet; empero, del total de los de más edad solo el 57 lo utiliza.
Los datos ofrecidos confirman que el mayor desarrollo lo va propiciando la conectividad digital. En el mismo informe se expresa: “El hecho de que la tasa de adopción sea mayor entre los jóvenes es un buen augurio para la conectividad y el desarrollo”.
Las organizaciones para la tecnología y la información de la ONU ponen en reclamo la “brecha flagrante entre la disponibilidad de las redes digitales y la tasa de conexión real”.
Se está entrando en una nueva era, no se está en era de cambios. La revolución digital propicia esa nueva era y el Estado dominicano debe estar conducido por una fuerza política que propicie su desarrollo.