Carmen Aristegui: “Para medir la calidad de una democracia se tiene que medir la calidad de su periodismo y de su libertad de prensa”.
Toda persona tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitaciones de fronteras, por cualquier medio de expresión. Artículos 18 y 19 Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Es decir una persona puede dar su opinión sobre cualquier cosa pero sin faltar el respeto y sin llegar al insulto, pero por desgracia hay muchos que piensan que sí y se amparan bajo el derecho de libertad de expresión y eso se convierte en mala educación.
Cuando surge la Declaración Universal de los Derechos Humanos, se incorpora también el tema de la información. Pero también se establecieron restricciones, puesto que también hay que velar por los derechos y libertades de los demás así como la moral, el orden público y el bienestar de la sociedad
democrática.
El Derecho a la libertad de expresión, y las limitaciones a él, derivadas de las necesidades de las convivencias democráticas y del respecto al resto de los derechos que están establecidos en estas convenciones.
La Declaración de Chapultepec México, defiende de manera enérgica la autonomía de los medios y su independencia del poder público, la obligación de la transparencia pública, la confidencialidad de las fuentes como un derecho y se pronuncia en contra de la censura previa y de los ataques a los periodistas.
En Estados Unidos y España para poner dos ejemplos hay medios que no ocultan su afinidad política. En las pasadas elecciones de El Salvador el presidente Nayin Bukele atacó a un periodista español del periódico el País y dijo “¿Por qué va venir un periodista español a decirnos lo que los salvadoreños tenemos que hacer?” y el periódico lo publicó hasta en video.
Pues eso no significa que dejen de estar comprometidos con la verdad. Pero hay una indiscutible libertad de prensa, pero también hay sanciones duras, para aquellos quienes vulneren principios éticos y profesionales.
La libertad de expresión choca con otros derechos. Es decir tiene límites, hay una diferencia entre esta y el delito de prensa.
Una cosa es expresar en los medios una opinión y otra es chocar con otros derechos, como el derecho a la intimidad, al honor, al buen nombre, y otros derechos.
Por eso las violaciones a los derechos humanos no pueden ser ocultadas. Con las redes es muy difícil que un régimen pueda reprimir a sus ciudadanos sin que se conozca inmediatamente a través del mundo.
Por último nadie debe ser criticado por tener distinta opinión respecto a un tema; pero aquí, en cuanto te pronuncias sobre algo, los que no piensan igual te critican y te faltan el respeto.