Los dominicanos usamos con frecuencia la expresión suertudo, cuyo uso es correcto puesto que la Real Academia Española la define: “adj. coloq. Dicho de una persona: Que tiene buena suerte”. Ahora bien, eso de tener buena suerte se cultiva, no cae del cielo. Venimos juntos desde hace décadas y como testimonio, que no lo creo necesario, aseguro que es consagrado, persistente, tenaz e incansable en sus propósitos de servirle al progreso del pueblo dominicano.
En este momento Leonel figura en encuestas realizadas por firmas acreditadas a solicitud de empresarios, por encima del Presidente Abinader. Su posicionamiento es fruto de varios factores. Para sólo enumerar algunos, el país demanda al frente del Estado una persona experimentada, competente, bien acompañada y culta: él tiene esas cualidades y condiciones; por demás se ha templado como el acero al caer y levantarse cuando fue sometido por diez años, desde la salida del poder, a un fuego cruzado y difamador para sacarlo del camino.
El segundo factor es que Abinader y su organización política pudieron accesar precariamente al Poder por el contexto crítico creado por Danilo Medina encabezando entonces el gobierno y el PLD, al pretender desbordar los límites constitucionales y pretender retener el control del Estado.
El acceso precario de Abinader y del PRM empieza por su votación. En las elecciones del 2020 obtuvo el 52.52% del 55.29% que votó; la cantidad con derecho era de 7,529, 932, por lo que sólo lo hicieron 4,163,275; es decir, Abinader fue elegido por 2,154,876, lo que le da una baja representación, el 28.6% del total con derecho.
Y si su votación se calculara por el promedio de los sufragios en las presidenciales, que es el 70%, se trata de 5,270.952.4, la mitad más uno de ésta cantidad sería 2,635,476.2; en cambio, sacó 2,154.876, cantidad que lo sitúa en un 40.88% del promedio de los electores participantes.
En resumen, su apoyo es legal, pero precario y poco representativo, fue un 28% sobre el total de los registrados con derecho para votar; y calculado sobre el promedio de votantes en una presidencial obtuvo solo el equivalente al 40.88%. La pandemia del Covid-19 y el contexto creado por Danilo y su cúpula les dieron el triunfo..
Es notorio el crecimiento vertiginoso de la FP y Leonel Fernández, despejándose el ambiente político electoral, colocándose Leonel en este momento dos puntos por encima del Presidente Abinader.
Se puede sorprender quien quiere, pero el trabajo constante desde la FP, estratégicamente colocado bajo el liderazgo de Leonel, le ha favorecido; eso ha hecho posible que al identificarse la torpeza e inexperiencia que exhibe el equipo gobernante, la atención haya girado hacia Leonel y la Fuerza del Pueblo. Han mostrado esa torpeza e incapacidad sobre varios temas, los más destacados han sido los que más le duelen y afectan al pueblo que son el delito y la criminalidad, la inflación y la crisis económica, la educación y el empobrecimiento de comunidades familiares y a productores de bienes alimenticios y servicios.
Abinader no se reelige. Desde el Palacio se gasta dinero para imponerlo, pero solo crearán facilidades para mayor corrupción, hasta buscando de aliados entre los que dicen perseguir por corrupción, pretendiendo bajar el porcentaje para elegir presidente en primera vuelta. Parecen olvidar que “Leonel Fernández es un suertudo”.