Desde 1844 hasta la fecha hemos tenido 39 reformas constitucionales producto de coyunturas políticas, cambios de regímenes y la ambición de determinados mandatarios por continuar en el poder, 32 de las modificaciones han sido para la reelección presidencial, acentuando la marcada fragilidad institucional que hemos venido padeciendo desde la fundación de la República.
La República Dominicana proclama su primera Carta Magna el 6 de noviembre de 1844, el presidente del Tribunal Constitucional, Milton Ray Guevara, la considera en esencia liberal, liberalismo que fue malogrado por el artículo 210, que desbordó la ambición de poder del entonces general Pedro Santana.
El magistrado Ray Guevara, sostiene que la reforma de 1963 es la primera constitución social de la República Dominicana, esa reforma rompió el modelo tradicional que el país había tenido, es un modelo, porque ella establece que la nación dominicana descansa fundamentalmente en el trabajo de los dominicanos, se elimina el latifundio, condena el minifundio, declara la función social de la propiedad, erige al magisterio como función pública y se reconoce la igualdad de todos los hijos, dentro o fuera de un matrimonio, por primera vez la Cámara de Cuentas era elegida por ternas sometidas por la Cámara de Diputados al Senado, eso volvió ahora en la Constitución de 2010.
La reforma constitucional del 26 de enero de 2010, fortalece la independencia del Poder Judicial introducida en la de 1994, establece la supremacía de la Constitución en el ordenamiento jurídico dominicano, crea el Tribunal Constitucional, con la finalidad de garantizar la supremacía de la Constitución y la tutela efectiva de los derechos fundamentales.
Ahora corresponde tener la voluntad de producir cambios y transformaciones sustanciales, que no obedezcan a caprichos y ambiciones personales desbordadas. Cambios donde el imperio de la ley y el correcto proceder sea el norte, a fin de consolidar el estado de derecho, la institucionalidad y producir cohesión social.