El Comité Político del PLD se reunió el miércoles y aunque también se debatió sobre el llamado a diálogo del Gobierno sin llegar a conclusión, el tema principal fue la convocatoria a inscripción de aspirantes a precandidatos que generó poco interés.
A pesar de eso, el PLD decidió convocar al Comité Central el 8 de junio. Ese órgano es el que valida las aspiraciones a precandidatos. Se dijo que los dirigentes que aspiran a encabezar la boleta presidencial, tendrán hasta esa nueva fecha para definirse.
La decisión se tomó con 18 votos en contra, lo que indica que Danilo Medina va perdiendo cada vez más apoyo en la propia cúpula morada. El liderazgo de Medina en el PLD enfrenta una verdadera crisis que el expresidente no debe ignorar.
Hasta el momento, el beneficiado de la convocatoria adelantada es Francisco Javier García, que ha sido el único en registrarse como precandidato ante la comisión de arbitraje y unidad. Los comisionados rindieron el informe de lo infructuosa que resultó la gestión para convencer a los presidenciables para que se inscriban ahora.
En la reunión Charles Mariotti, Francisco Domínguez Brito, Abel Martínez y Juan Ariel Jiménez, expresaron que la convocatoria carece de legalidad. Plantearon que la decisión unilateral, tanto el método como la fecha, choca con la ley 33/18. Las posturas de algunos de los que expusieron fueron categóricas en que la convocatoria estaría llamada al fracaso.
En el caso de Juan Ariel, envió una carta para expresar su posición, porque para la fecha de la reunión estaría en compromisos académicos internacionales.
Se ha dicho, que el exvicepresidente del PLD, siente que ya no cuenta con la bendición de Danilo y que, incluso, la decisión de adelantar la fecha es para perjudicarlo, porque es precisamente en junio cuando concluye su contrato de docencia en Harvard y el Comité Central fue convocado para el 8 de ese mes.
Entre las sugerencias de Jiménez, figura que el arbitraje para la selección de la candidatura presidencial debe ser realizado por la Junta, lo que indica que no tiene confianza en los árbitros internos.