El periodo gubernamental trae cambios que son consecuencia de los resultados de las elecciones para los cargos de elección popular. El ciclo de poder que arrancó el 16 de agosto del pasado año, empezó con el fortalecimiento de las mujeres en el poder. No se trata de que haya más o menos féminas en la administración pública, lo relevante de este ciclo es que la participación de las mujeres toma un nuevo giro.
La selección de Yeni Berenice Reynoso como procuradora general de la República, en sustitución de otra mujer, doña Miriam Germán, consolida la trayectoria de las féminas en papeles relevantes en el Estado, ganados por méritos, no por cuota, premio o como elementos decorativos para disimular el machismo que históricamente ha controlado el poder. Tanto doña Miriam como Yeni, han sido las figuras claves del nuevo enfoque del Ministerio Público que tiene el presidente Luis Abinader.
En las próximas semanas, el Senado se dispone a escoger los nuevos miembros de la Cámara de Cuentas, y el nombre mejor valorado para presidir ese órgano colegiado es el de la exrectora de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Emma Polanco.
En el caso de que el Senado escoja a la dama para presidir esa institución, será un escalón más que avanza la mujer hacia los espacios de poder, del verdadero poder. Con la ponderación de Polanco es relevante recordar la gestión de la fallecida Licelott Marte de Barrios, al frente del organismo auditor de las cuentas del públicas. Logró dirigir el órgano fuera de los escándalos que históricamente lo han manchado y con avances relevantes para el organismo.
Polanco es la única mujer que ha dirigido la UASD en toda su historia, un hecho que la legitima para dirigir la Cámara de Cuentas.