Con la designación de Faride Raful como ministra de Interior y Policía, una de las carteras de mayor relevancia en el organigrama del Estado, el PRM y la gestión del presidente Luis Abinader marchan con pasos firmes en dar más oportunidades de participación de las féminas en la política y en el Estado, pues no se trata solo de cantidad, también de calidad.
Faride se ha destacado por sus posiciones verticales, así alcanzó una diputación cuya voz en la Cámara Baja se convirtió en una de las de mayor relevancia lo que, sin dudas, fue uno de los mayores aportes al éxito electoral del PRM en 2020, cuando aún era oposición. Faride también se convirtió en senadora por su trabajo político.
Antes, con la vicepresidenta Raquel Peña, el presidente Abinader había dado a la mujer papeles de relevancia que van más allá de las tareas del Estado que tradicionalmente se habían reservado para las féminas, especialmente en el área de asistencia social.
La vicepresidenta ha dirigido los temas de gran envergadura en el Estado, especialmente en las instituciones y áreas que el presidente Abinader entiende que deben gestionarse con eficiencia.
Hay otras mujeres en el PRM con alto perfil, como Gloria Reyes, directora de Supérate, miembro de la Dirección Ejecutiva de la organización y exdiputada.
El partido oficial, en el actual contexto político, ha dado a las féminas la mayor relevancia política al tener como secretaria general por ocho años seguidos, a una dama, Carolina Mejía, además alcaldesa del Distrito, la plaza política más importante.
Carolina es una de los dirigentes del partido oficial con perfil para encabezar la boleta presidencial. Hay que avanzar más hacia cargos de calidad para las mujeres en lugar de batallar por la cantidad.