Leonel Fernández en su larga carrera y, hasta ahora, la figura política de mayor trascendencia en el país en los casi 22 años que lleva el XXI, ha basado su liderazgo, entre otras cosas, en los debates de ideas. En más de una ocasión ha demostrado que defiende lo que cree a pesar del precio político que tenga que pagar, y eso no es común en el oficio de político.
Tuvo que pelear su idea de construir el Metro de Santo Domingo, el proyecto de mayor trascendencia de sus últimos ocho años de gobierno. Para defenderse de la opinión pública que tenía en contra, decía que luego harían protestas para pedir que se extendiera el Metro. En efecto, así ha sido, la victoria de esa idea no está en discusión
Para el 2011, Fernández enfrentó una campaña por el 4% para la Educación. A pesar del precio político que pagó y que quizás sigue pagando, mantuvo su argumento de que la calidad de la Educación no es solo un asunto de dinero. Diez años más tarde, el tiempo le dio la razón, aunque se le quiera negar.
En medio del debate para la ley de Partidos, se escribieron hasta libros por encargo para convencer, contra viento y marea, que las primarias abiertas y simultáneas no violaban la Constitución. Fernández fue un crítico de la Ley 33/18 y advirtió la inconstitucionalidad de esa norma. De hecho, sus legisladores la rechazaron en el Congreso. Los tribunales han anulado alrededor de 15 artículos por ser contrarios a la Constitución.
El voto electrónico fue una batalla que el expresidente peleó casi en solitario. Alegó que con ese sistema de votación fue víctima de un fraude en las primarias del PLD en el 2019 para despojarlo de la candidatura presidencial. La suspensión de las elecciones de febrero del 2020 por un fallo en el sistema de voto electrónico, le dio la razón, que todos los sectores le negaron. Más aún, el Tribunal Constitucional declaró inconstitucional ese sistema de votación en el país.
Fernández ahora arrancó otro debate. Cuestiona las cifras del Banco Central sobre el crecimiento económico y el control de la inflación. Esa apuesta es riesgosa para una figura experimentada como Leonel. Es una batalla contra una institución de gran credibilidad en el país. Pero será otro tema.