El disgusto de Faride Raful, senadora de la capital, con las decisiones de la Dirección Ejecutiva del PRM, se había comentado, pero la protagonista de esos comentarios, no quería dejar dudas y se ocupó de confirmar su inconformidad con la cúpula de su partido. Lo dijo claro, no estuvo de acuerdo con el ingreso de Ito Bisonó y Roberto Salcedo.
Lo primero fue su anuncio que no le interesaba continuar en la vocería de la bancada de su partido, y en medio de los ruidos por mantener a Eduardo Estrella en la presidencia del Senado, sin dudas, que le puso más leña al fuego.
Pero en la Dirección Ejecutiva del domingo 4 de este mes, Faride, confirmó que ya está del lado de los disidentes, a menos que ese partido atienda sus reclamos, que no está muy claro, cuáles son.
Mal mensaje
La dimensión que ha ido tomando el tema interno en el PRM, luego que se conoció el disgusto de la senadora del Distrito, debe preocupar a la dirigencia del PRM.
Resulta que la organización en lugar de reducir las críticas internas en cada proceso, las acrecienta y eso no es bueno para ganar elecciones.
Al discurso de de Guido Gómez Mazara y Ramón Alburquerque, el PRM en lugar de debilitarlo, lo está fortaleciendo. La exclusión de Fafa Taveras y Tony Raful, no fue buena idea. Pero no gestionar, al menos con elegancia, los casos de Faride y Roberto Fulcar, afecta al PRM.
Faride fue una peleadora en medios de comunicación, redes y el Congreso en favor de la causa del PRM y por eso se ganó de enemigo al PLD. Pocos dirigentes aportaron tanto como ella en la construcción del discurso de rechazo al partido morado.
Fulcar aportó en la estructura, en el trabajo de campo, en el terreno. Después del triunfo electoral, ambos han sido maltratados, independientemente de las razones, la forma, a veces importa más que el fondo.
Parece que Faride siente cerca competencia en el Distrito para sostener y mantener el crecimiento político que cosechó éxitos en voto en el 2016 y el 2020. Radio bemba habla de que el PRM le tiene listo un sustituto para la senaduría.