Al cumplirse los dos años de gestión del gobierno de Luis Abinader y el PRM, se observa un cambio en la estrategia política. El gobierno baja la hostilidad con el PLD y sube el tono con la FP. En dos meses hay 3 botones como muestra.
La coincidencia en la funeraria por la muerte de la madre de los Montás, del presidente Luis Abinader y el expresidente Danilo Medina. Un evento que organizó el ministerio de Economía para hablar del desarrollo del país, pero resulta sospechoso porque solo participaron dirigentes del PLD y funcionarios del gobierno. Lo que le pone la tapa al pomo, son las declaraciones de Francisco Javier García y José Ramón Peralta, que al gobierno hay que dejarlo trabajar tranquilo, una actitud que no exhibían los morados hasta hace poco tiempo.
Contrario a lo que ocurre con el PLD, la FP está sintiendo los pellizcos cada vez más duros y frecuentes que le da el gobierno a su líder Leonel Fernández. En el discurso por los dos años de gestión, el centro de las críticas de Abinader fueron contra el expresidente.
¿A cambio de qué?
Hace sentido el cambio de estrategia del PRM, pues de lo contrario le sucedería como al PLD en 2020, que concentró tantos recursos y tiempo en destruir a Leonel que se les hizo tarde para evitar que Abinader subiera las escalinatas del Palacio, mientras ellos bajaban.
Por lo pronto, el PRM manda la señal de que una alianza de la FP y el PLD está lejos, y eso es ganancia.
Lo que el PLD está consiguiendo parece que vale todo el esfuerzo. No solo no destila odio contra el gobierno, pues si quiere amor, hasta amor le da, y si le pide un poco más, parece que se lo dará.
Lo que no se ve claro es qué gana el PLD bajando la guardia de su papel de oposición, cuando la etapa de la luna de miel hace rato que pasó. Si el objetivo es minimizar la la FP, ese momento, también pasó.
La táctica podría abortar la estrategia. Si los peledeistas ven a su partido trabajando para mantener al PRM en el poder, se van en masa a la FP. Y al gobierno le hace daño, porque no se debe olvidar que el PLD es el peor enemigo. Entonces ¿a cambio de qué obtendría ese favor político?