Así calificó, con sobrada razón, el expresidente Sebastián Piñera la educación que reciben nuestros niños y jóvenes. Es duro tenerlo que escuchar de un expresidente extranjero que, a diferencia de muchos de nuestros políticos, no tiene la gracia ni el arte de mentir con sinceridad. Esa “mala y atrasada” educación que ofrecen las escuelas públicas y la mayoría de los colegios privados, la cual migra luego a nuestros centros de formación técnica y las universidades, explica el porqué República Dominicana, a diferencia de otros países geográficamente cercanos a la mayor economía del mundo, no está aprovechando la política del “nearshoring”.
Con esta nueva política comercial, EUA persigue desviar su demanda de bienes manufacturados procedente de China hacia los países geográficamente más próximos, especialmente, México, Centroamérica y el Caribe, estimulando la migración de empresas norteamericanas con inversiones en China, hacia centros de manufactura cercanos a la frontera de EUA o cuya distancia marítima es relativamente corta. EUA parece haber llegado a la conclusión de que los tiempos de centrarse en minimizar los costos de producción y maximizar la eficiencia económica, posiblemente han terminado. Todo apunta a que, en lo adelante, lo importante para EUA será minimizar el riesgo geopolítico. El impacto sobre la cadena de oferta que tuvo la pandemia del Covid-19 y tiene la guerra de Rusia y Ucrania ha forzado a EUA a distanciarse de la doctrina del libre comercio que durante décadas Washington exportó al mundo.
Whirpool (electrodomésticos), Honeywell (componentes aeroespaciales, sistemas de control y tecnologías de automatización), General Motors (automóviles) y Medtronic (dispositivos médicos) son algunas de las empresas que se han acogido a la nueva estrategia de trasladar una parte de sus operaciones a geografías fronterizas o cercanas a EUA. El “nearshoring” ha sido aprovechado por empresas de tecnología media y alta que tenían concentrada una gran parte de la producción en China. No son las empresas de manufactura de jeans, t-shirts, calzados y otras piezas de vestir las que están acogiéndose a la propuesta del “nearshoring”. Muchas de estas ya habían salido atraídas por los menores salarios pagados en otros países (Vietnam, Bangladesh y República Dominicana, entre otros). Los beneficios para los países geográficamente cercanos a EUA que está generando el “nearshoring” están directamente relacionados con la formación de los recursos humanos en cada uno de esos países receptores de la inversión.
Los primeros resultados están a la vista. México y Costa Rica han acogido a la mayoría de las empresas que han movido parte de sus operaciones a geografías cercanas a EUA. Eso explica el “boom” de las exportaciones de ambos países. República Dominicana exportó US$100 millones más que Costa Rica en el 2016. Este año, sin embargo, Costa Rica, un país con menos de la mitad de la población (5.23 millones) dominicana, exportará bienes por US$18,300 millones, superando en más de US$5,000 millones lo que terminaremos exportando nosotros (US$13,226 millones). Entre 2016 y 2022, México logró aumentar sus exportaciones en US$204,000 millones. Mientras Costa Rica y México han logrado aumentar sus exportaciones como % del PIB entre 2012 y 2022 en 8.5 p.p. y 4.5 p.p., respectivamente, República Dominicana ha registrado un descenso de 2.6 p.p. El año pasado, mientras México y Costa Rica exhibieron un nivel de exportaciones de 39.4% y 23.0% del PIB, República Dominicana registró un nivel de solo 12.1%.
¿A qué se debe en parte esta disparidad? A que, mientras México y Costa Rica disponen de recursos humanos con la calificación necesaria para poder trabajar en la manufactura de las industrias de tecnología que están emigrando de China, República Dominicana registra un déficit considerable de ese tipo de recurso humano. En el año 2000, República Dominicana exportó US$393 millones en instrumentos médicos, equipos ópticos, fotográficos y cinematográficos, más que los US$229 que exportó Costa Rica. El año pasado, sin embargo, mientras nosotros exportamos US$1,860 millones, Costa Rica exportó US$6,420 millones, proyectándose que este año se acercará a los US$7,800 millones. Ha sido esa disponibilidad de recursos humanos calificados lo que ha permitido a Costa Rica atraer un influjo neto de inversión extranjera directa per cápita dos veces mayor que el recibido por República Dominicana.
Mientras prevalezca el secuestro involuntario de cientos de miles de niños y jóvenes en las escuelas públicas dominicanas por parte de miles de maestros no calificados, República Dominicana seguirá inhabilitada para atraer las empresas globales de tecnología que desean aprovechar las ventajas de la política comercial del “nearshoring” que ha estado ejecutando EUA. En las pruebas PISA 2018, la calificación promedio en matemáticas de los estudiantes dominicanos fue 325, la más baja entre todos los países participantes. El hecho de que en los Resultados Preliminares Evaluación Diagnóstica Muestral (MINERD) de 2002 mostró que el porcentaje de estudiantes de 6to. de Primaria que había obtenido un resultado “satisfactorio” en las pruebas de matemáticas impartidas descendió de 4.1% en 2018 a 0.7% en 2022, nos indica que los US$40,577 millones gastados y presupuestados (2013-2024) bajo la sombrilla del 4% no lograrán sacarnos del sótano en la enseñanza y aprendizaje de ciencias y matemáticas cuando se den a conocer los resultados de PISA 2022.