Señores, los dominicanos tenemos que hacer una parada y autoevaluarnos y lo digo por cosas que pasan y que pudiéramos evitar. Muchos piensan que cada uno traza su camino, pero hay caminos peligrosos y tormentosos que si evitamos transitar nos iría mejor.
Desde hace muchos años venimos diciendo lo mismo sobre el desorden del tránsito, la falta de señalización, de luces, la falta de civismo, de respeto, de violación a las leyes de manera infraganti y nadie dice nada. Todo pasa y todo queda, como dice Serrat en una de sus canciones.
Y la verdad que las cosas no pueden seguir así, porque vamos a parar en locos todos, porque cuando no es “Lucas, es Juan Mejía…”.
Esto a propósito del reciente accidente donde lamentablemente dos personas perdieron la vida cuando el vehículo en que viajaban fue impactado por otro, y cayó al precipicio, un precipicio creado por una constructora de obras que, regularmente, solo colocan hojas de zinc y materiales blandos muy cerca de las bocas de los enormes y profundos hoyos que hacen, en vez de utilizar muros tipo new jersey.
Por donde vivo eso es pan nuestro de cada día. Solo hay que darse una vueltecita y las construcciones de edificios sin el menor cuidado para el peatón, animales y conductores es evidente. Y a veces, hasta están al descubierto.
No sé cuál es el criterio que se maneja desde el Ministerio de Obras Públicas en la supervisión de obras del sector público como privado. Pero lo cierto es que aquí solo se pone un chin de atención cuando la desgracia toca a la puerta de alguna familia y luego todo sigue como antes.
Vivimos de lamentos y no resolvemos. Y estamos cansados de repetir lo mismo y de repetir las cifras de muertes por accidentes. Siempre he dicho que transitar de madrugada o a cualquier hora en este país es poner la vida en riesgo, porque la imprudencia siempre anda suelta. Solo nos toca persignarnos cuando salimos de nuestras casas y pedirle al Altísimo que nos proteja.
Tanto Obras Públicas como el Ayuntamiento que manejan espacios públicos deben vigilar más este sector de la construcción, porque la mayoría, por no decir todos, violan las leyes de una u otra forma.
En un par de años más, no tendremos calles para transitar, ni aceras para caminar, porque son usadas como estacionamiento, precisamente, por la falta de espacios para parqueos en los edificios que se construyen. Esta mala práctica se está haciendo muy recurrente y llegará el momento en que se hará costumbre. Y lo peor, mal organizado.
De verdad que tenemos que auto analizarnos como sociedad. Veo personas que no respetan los espacios, ni la paz en los vecindarios. Por cualquier quítame esta paja la gente se sulfura, agrede y ataca. La violencia no para.
Pienso que poner orden no es una utopía, ¿oh sí? Volvamos a las campañas con hechos reales para concienciar públicos específicos. Frenemos las malas acciones con consecuencias directas para los infractores. No permitamos que la gente haga lo que les venga en gana. Estamos cansados de ver la misma película de terror. ¡Ya basta!