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Aunque sobra quien quiera “echarse libras” y hacer galas de su grandeza, lo real es que quien de verdad lo es no tiene que andar intentando convencer. Hay una expresión para la que ha resultado difícil encontrar autoría. Ese enunciado se refiere precisamente a la sencillez de reconocer los méritos de otros.
Se atribuye a Isaac Newton, aunque también se dice que el autor es un filósofo y físico que influyó en él: Robert Hooke. Muchos dicen que su autor es el teólogo y filósofo inglés Juan de Salisbury. Otros dicen haber encontrado algo similar en textos de pensadores clásicos como Robert Burton o Diego de Estella. Y no falta quien se la atribuya al destacado jurista alemán Peter Häberle. “Si he podido ver más allá es porque me encaramé a hombros de gigantes”. Poco importa quién la dijo primero. Lo valioso es asumirla. Así se reafirma la grandeza de la sencillez.
