La semana pasada leí con asombro la decisión de 4 exjueces del Tribunal Constitucional (CT) iniciando una campaña mediática, para dar continuidad a la posición sostenida como miembros de esa alta corte contraria a la aprobación de un acuerdo que autoriza establecer el sistema de prechequeo en los aeropuertos dominicanos con vuelos internacionales.
Esta modalidad permite que los viajeros que salen de aeropuertos dominicanos con destino a Estados Unidos, una vez son chequeados por las autoridades dominicanas, pasen a un área donde realizan el chequeo de migración y aduanas de los Estados Unidos. Así llegan a los aeropuertos de esa nación libres de esos trámites y desembarcan sin hacer largas filas, y se dirigen al salón de equipajes a retirar sus maletas y bultos.
He escuchado mil veces que los jueces “hablan por sentencias”. Es la razón por la que me sorprendió que Leyda Margarita Piña Medrano, Jotin Cury David, Wilson Gómez Ramírez y Katia Miguelina Jiménez Martínez, no se conformaran con expresar con un voto negativo su oposición a que el Tribunal Constitucional aprobara ese acuerdo, y una vez excluidos de la corte se convirtieran en activistas e iniciarán una campaña para presionar en favor de su posición.
Quizás sintiéndose comprometidos con la postura de impedir que ese pacto se ponga en vigencia, y temiendo el voto positivo de los nuevos jueces que los sustituyen, se han dispuesto a organizar esta extraña campaña de denuncia para lograr fuera del tribunal lo que no pudieron obtener como jueces.
Hablo de campaña, porque la exmagistrada constitucional Katia Miguelina ha continuado su discurso antiprechequeo en el escenario mediático. ¿Lo harán los otros tres? ¿Todos tienen el mismo compromiso? No lo sé. Esperemos.
Lo que sí puedo atestiguar es que en mis 47 años de ejercicio periodístico no registro nada parecido a este extraño episodio, en cuatro jueces que recién salidos de la cámara de audiencia, hablan en rueda de prensa informando que votaron en contra de un acuerdo, intentan justificarlo y se lanzan contra quienes lo promueven.
Digo que es una extraña acción, porque al mismo tiempo denuncia a los jueces que no los acompañaron en esa posición y votaron a favor del acuerdo de prechequeo, y con este intento de desacreditar el pacto también pretenden presionar a los nuevos jueces que entran a la corte constitucional para que no voten a favor.
De todo esto concluyo en que Leyda Margarita Piña Medrano, Jotin Cury David, Wilson Gómez Ramírez y Katia Miguelina Jiménez Martínez, entienden que no es suficiente que en su rol de jueces, al votar en contra, cumplían su responsabilidad, y ahora como ciudadanos a pie están obligados a seguir la batalla. Extraña posición.
Me pregunto hasta donde llegaría el actual nivel de cuestionamiento a la justicia, jueces y fiscales, que al cesar en el cargo, decidieron ofrecer ruedas de prensa, declaraciones escritas o participaciones en programas de entrevistas para justificar sus votos a favor o en contra, y reclamar que sus sustitutos o excolegas votaran a favor o en contra de los asuntos que se mantienen vigentes y están pendientes de la decisión final.
En el TC una sentencia es aprobada con 9 votos. Creo que su compromiso es muy grande y como sus 4 votos no pudieron impedir que se rechazara, y el acuerdo sigue pendiente de decisión, mantienen su presión, ahora fuera de la corte.