Las elecciones de medio término trajeron muchísimas sorpresas. La primera, es que se esperaba una ola republicana en la Cámara de Representantes, y tal vez, en el Senado y eso no sucedió.
Otra, que ya no es novedad, es el fallo de encuestadores, analistas y pronosticadores, de cualquier ideología, de cualquier institución. Más preocupante aún, es el tiempo que se están demorado en el recuento de los votos, en un sistema electoral muy atomizado y que está demostrando poca ejecución, generando dudas, acciones legales y teorías conspirativas en ambos partidos.
Pero tal vez, una de las sorpresas más positivas que se vio en esta campaña, fue el foco en la educación que han puesto muchísimos candidatos, tanto a nivel nacional como distrital. Fue un tema que dominó la agenda en las elecciones , y concentró mucha atención de los medios, de los donantes y grupos de interés.
¿Por qué sucedió esto? La mayor señal de alerta fueron las pruebas nacionales de aprendizaje que dieron resultados muy malos en matemática y lectura https://nces.ed.gov/nationsreportcard, lo mismo los resultados de los ACT https://leadershipblog.act.org/2022/10/GradClassRelease2022.html entre los graduados de la secundaria, que fueron los más bajos en tres décadas.
Esto generó una profunda discusion sobre las causas, y cómo habían actuados demócratas y republicanos. Largas cuarentenas y la prolongada obligación de cerrar las escuelas que se dio más en los estados con gobierno demócrata y la demora en la vuelta a clases apoyada con los sindicatos docentes, importantes donantes y activistas de ese partido.
Desde la victoria de Glenn Youngkin como gobernador de Virginia, en gran parte por haber apoyado el protagonismo de los padres en las escuelas, se han iniciado movimientos de familias demandando a las campañas políticas más foco en educación, involucrándose en las elecciones de “school districts”, y organizándose para tener una voz e influir con donaciones.
Han surgido nuevos Comités de Acción Política (PAC por sus siglas en inglés) enfocados en la agenda educativa, que no eran frecuentes en los anteriores ciclos electorales. Grupos como Red Wine and Blue, que buscaba movilizar madres de los suburbios, o the Campaign for our Shared Future, que gasto más de 6 millones de dólares en estas elecciones en avisos en TV y radio. Del lado conservador, 1776 Project PAC gastó $2.8 millones de dólares en candidatos que se comprometieran a combatir enseñanza del socialismo en las escuelas, o Get Kids Back to School PAC y Moms for Liberty que apoyaban la reapertura de escuelas y la enseñanza de un currículo tradicional.
Y muchos candidatos a gobernaciones y congreso nacional y estatal hicieron campaña basada en temas de educación, principalmente en una agenda de libertad de elegir, y dar mayor protagonismo y derechos a los padres, siguiendo la estrategia en Virginia.
De hecho, Kevin McCarthy, quien probablemente se convierta en el líder de la mayoría si los republicanos ganan la Cámara de Representantes, impulsó un “Parents Bill of Right”, una propuesta de ley de derecho a los padres, que dijo la aprobaría en la Cámara. Pero también candidatos demócratas como la Gobernadora de Michigan Gretchen Whitmer, Josh Shapiro de Pensilvania, y J.B. Pritzker de Illinois, han argumentado a favor de la necesidad de organizar consejos de padres, o dar más opciones de financiamiento para que las familias elijan las escuelas que quieran.
Históricamente el partido demócrata era considerado por los votantes más favorable a la educación, pero eso cambio con la pandemia, que produjo un aumento de la favorabilidad hacia los republicanos, que se percibieron más decididos a abrir las escuelas y reiniciar la educación con mayor celeridad.
En Estados Unidos, como en la mayoría de los países, la educación nunca aparece como las prioridades entre los ciudadanos al momento de votar.
Pero tal vez esto esté cambiando, y ojalá más dirigentes políticos y comunicadores contribuyan a que así sea, trayendo el tema al debate, no solo con los conocidos diagnósticos de los problemas que existen, sino haciendo propuestas claras sobre las reformas que llevarían adelante para mejorar la situación.
Por: Gabriel Sanchez Zinny