El Banco Central presentó esta semana los datos preliminares del comportamiento de la economía dominicana en el 2017. De acuerdo al gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, nuestra economía creció un 4.6% el año pasado, logrando superar una difícil situación que se presentó en los dos primeros trimestres, que prácticamente redujo a menos de la mitad el tradicional crecimiento de los últimos 14 años.
Ese estancamiento en los trimestres de enero-marzo y abril-junio, tuvieron como causa principal dos factores no propiamente económicos, pero que incidieron de manera directa en la confianza de los sectores productivos. La primera causa fue el escándalo por la situación de Odebrecht, lo cual provocó el surgimiento de la marcha verde y una gran movilización nacional en contra de la corrupción y la impunidad. Este hecho prácticamente frenó el sector de la construcción pública y puso en una situación difícil al gobierno del presidente Danilo Medina.
El segundo factor fue la aprobación de la Ley de Lavado de Activos, la cual establece duras sanciones para los capitales que no tienen orígenes claros, pero que también sanciona algunas transacciones que pueden encontrar explicación y justificación. Ese hecho también frenó la inversión en varios sectores de la economía, hasta que el gobierno central y el congreso precisaron y flexibilizaron los aspectos irracionales de esa ley.
Otro elemento que afectó un mejor desempeñó de la economía, fue el impacto en nuestro territorio de las intensas lluvias de los huracanes Irma y María, las cuales afectaron de manera sensible al sector agropecuario. Gracias a las correctas políticas monetarias y a la flexibilización del encaje legal en favor de préstamos al sector agropecuario, y a otros factores de política monetaria bien manejada, esa situación pudo ser superada y permitió que el último trimestre del año la economía creciera un 5% en octubre, un 6.9% en noviembre y un histórico 7.4% en el mes de diciembre.
De acuerdo al Banco Central, la inflación del 2017 fue de 4-2%, las reservas internacionales brutas alcanzaron un máximo histórico de 6 mil 780 millones de dólares, unos 733 millones más que en el 2016 y que equivalen a 4.4 meses de importaciones.
Asimismo, la inversión extranjera directa fue de 3,570 millones, para un extraordinario incremento de 48.3%. La entrada total de divisas a la economía dominicana en el 2017 fue de 26 mil 780 millones de dólares, unos 2 mil 553 millones más que en el año 2016.
En el 2017 se crearon unos 120,237 empleos nuevos, los ingresos por turismo crecieron un 6.8%, llegando a 7 mil 177 millones de dólares. La depreciación de nuestra moneda fue de tan sólo un 3.3%, muy por debajo de la inflación anualizada. El sector financiero siguió mostrando una gran fortaleza, creció un 8.7%, su índice de morosidad fue de solo 1.8% y su coeficiente de solvencia fue de 18.4, unos 8 puntos por encima del 10% que establecen las normas internacionales.
De acuerdo a estos datos preliminares del Banco Central, la economía dominicana en el 2017 fue la segunda de mayor crecimiento en América Latina, después de Panamá. Y como país seguimos siendo uno de los principales destinos de inversión de capitales del mundo y una gran potencia turística en el Caribe y toda América Latina.