Noticias falsas, conocidas bajo el anglicismo «fake news», son contenidos irreales difundidos a través de la prensa escrita, radial o televisiva o bien por medio de portales de noticias y de las redes sociales con el propósito de desinformar.
La ley 6132 sobre expresión y difusión del pensamiento, en su artículo 27, consagra el delito de publicar, difundir o reproducir, por cualquier medio las noticias falsas, documentos fabricados, falsificados o falazmente atribuidos a terceros, siempre que dicha publicación, difusión o reproducción hubiere perturbado la paz pública.
La infracción se castiga con pena de seis meses a dos años de prisión y con una multa de cien a mil pesos, o con una de esas dos penas solamente.
Si la noticia falsa difundida o reproducida «trastorna la disciplina o la moral de las Fuerzas Armadas o perjudica los esfuerzos bélicos de la nación» la pena será de uno a dos años de prisión y la multa de entre cien y mil pesos. La ley 12-07 del 24 de enero de 2007 ha indexado esta multa a un tercio del salario mínimo del sector público.
Para que el hecho de difundir una noticia falsa pueda ser sancionado es menester que se haya «..perturbado la paz pública» entendida como «la coexistencia pacífica, armónica y civilizada de los ciudadanos, bajo la soberanía del Estado y del Derecho.»
Aun cuando, de ordinario, los tipos penales contenidos en la ley 6132 se denominan como «delitos de prensa» la infracción definida en el artículo 27 se caracteriza independientemente de que el medio utilizado para difundir la falsa noticia sea o no la prensa. Es lo que resulta de dicho texto cuando dice que la publicación, difusión o reproducción, puede darse «por cualquier medio». La jurisprudencia francesa, incluso, llega a reconocer responsabilidad cuando la noticia se difunde en lugar privado.
El tipo penal descrito por el artículo 27 es de carácter doloso y solo sanciona a quien voluntariamente haya difundido la noticia falsa a sabiendas de que lo era.
Si la difusión se realiza de forma imprudente el tipo penal no se caracteriza. Aunque, probablemente, puede derivar en responsabilidad civil, sobre todo, cuando la negligencia o imprudencia es cometida por alguien cuya profesión u oficio le obliga a tomar los debidos recaudos antes de replicar el contenido de una noticia que, a la postre, resulta falsa.