En otra agresión al buen sentido, el alcalde de Los Alcarrizos, Danilo Rafael Santos(Junior), ha propuesto la conversión de los municipios Santo Domingo Norte y Santo Domingo Oeste en dos nuevas provincias. La sugerencia es irracional y no creo que exista nada tan inquietante como un político que piense en términos tan irrealista, al no faltar quien pueda encontrarle méritos a la idea y como sucede a menudo el buen hombre se salga con la suya.
La eventual fragmentación política del territorio elevaría a 34 el número de provincias. Y si esos dos municipios, resultado de un desprendimiento del Distrito Nacional, apenas pueden con la basura que generan, dudo que la elevación de su estatus mejore la calidad de vida de sus residentes, que es por lo que debería esforzarse el alcalde de Los Alcarrizos, cuya gestión por lo que se observa no aprueba un primer examen. Dos nuevas provincias significarían otros dos senadores, no sé cuántos diputados, más alcaldes y regidores, más jueces, fiscales y gobernadores y todos esos inventos que la fértil imaginación de nuestros políticos han agregado a la burocracia nacional. En otras palabras, más gastos corrientes y más impuestos a los contribuyentes.
No cabe duda, sin embargo, que la propuesta de este buen señor podría ser atractiva para la clase política, porque más puestos disponibles significan más oportunidades, y si fulano no alcanza para senador, podría ser para diputado y en todo caso para una regiduría o una dirección de la oficina provincial de Pasaportes.
Existen, por supuesto, otras opciones mejores, como la de reducir en lugar de aumentar el número de provincias, porque en función del tamaño del país y del número de habitantes quince serían más que suficientes. Pero aquí habría que estar desenfocado para proponerlo. Y en el caso de que surgiera un “loco cuerdo” que lo hiciera, este Junior sería un héroe nacional.