Una práctica que afecta la independencia del Poder Judicial es la tendencia a dirimir fuera de los tribunales, en los medios de comunicación, asuntos pendientes de fallo en la justicia. Algunos de los casos más sonados de los últimos años se ventilaron así en las páginas de los periódicos y en los programas de radio y televisión. Los ciudadanos conscientes de la importancia que para la vida institucional y la vigencia de un estado de derecho tiene la soberanía del Poder Judicial ven con estupor la insólita frecuencia con que abogados de personas acusadas de diversos delitos, acuden a los medios con la evidente intención de presionar a los jueces y condicionar a la opinión pública.
Muy pocos jueces están en condiciones de resistir este tipo de presión Por esta razón, en su momento, hace años, fue muy bien recibida la exhortación del presidente de la Suprema Corte de Justicia de entonces, doctor Jorge Subero Isa,” a todos los jueces del país”.
En ese mensaje, se les recordaba que tanto la Constitución como la Ley de Organización Judicial, y otras disposiciones legales, “consagran la independencia e imparcialidad de los jueces de la República”, y exhortaba a los que se sientan presionados en relación con expedientes en sus manos, informar a su despacho, presiones de cualquier litoral, incluso judicial.
La práctica de filtrar informes de expedientes a los medios, en la etapa secreta de la investigación riñe con esa exhortación y afecta el normal desenvolvimiento de la justicia, colocando a los jueces en situaciones muy difíciles. En el pasado reciente, las presiones venían de sectores privados. Hoy parecen llegar desde litorales oficiales, lo que debilita el debido proceso y el concepto de presunción de inocencia. La acogida en los medios de esas filtraciones oscurece el panorama y corroe el prestigio de aquellos que le hacen juego.