Me han preguntado si el Gobierno es el responsable del incremento de la criminalidad. La pregunta pudiera parecer irrelevante pero en modo alguno lo es. Dado el malestar provocado por los casos de secuestros, asesinatos, atracos y robo a mano armada, en calles y hogares dominicanos, el tema domina todas las conversaciones cotidianas. Sin pretender erigirme en evaluador de la situación, entiendo que no sería justo culpar solo al Gobierno de algo que tiene raíces mucho más profundas de las que la generalidad de la población pueda llegar a atribuir a este inquietante fenómeno social de la delincuencia creciente.

En efecto, son muchos y variados los factores envueltos. Sin embargo, hay que ser sumamente cuidadoso al exponer las causas porque pudiera parecer que se trata de encontrar una justificación a un problema que en realidad no lo tiene. El hecho es que nada justifica ni puede justificar el crimen en las diversas modalidades que angustian hoy a la sociedad. Pudiéramos concluir en que la extrema pobreza, las desigualdades sociales, la carencia de oportunidades, la degradación del ambiente moral y más, se conjugan para incrementar la ocurrencia re hechos delictivos. Y la evaluación no sería incorrecta. Pero aun la suma de todos esos factores, no alcanza a dar una explicación justa del fenómeno.
Se cuestiona en amplios círculos la ineficacia de la conducta oficial contra la criminalidad y se intenta también culpar de ello, y del auge mismo de la delincuencia, al Código Procesal Penal, que en el imaginario popular estimula el crimen y debilita la acción de la justicia contra los delincuentes. Nada de eso es totalmente cierto y ninguno de esos elementos, evaluados individualmente, dificulta la labor de la Justicia. Como también sería injusto pretender que la actitud del Gobierno sea un aliado del incremento de la criminalidad. En el fondo, está siendo otra víctima.

Posted in La columna de Miguel Guerrero

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