Acción Empresarial por la Educación (EDUCA) y la Fundación Popular han unido esfuerzos y recursos para mejorar la calidad de la educación y en el transcurso de los años la iniciativa tendrá que ser reconocida como una de las grandes contribuciones desde el ámbito privado al mejoramiento de las condiciones de vida del pueblo dominicano. Nadie duda de que el sendero más seguro y permanente para ensanchar las expectativas económicas de las personas es el de una educación en valores, porque la riqueza material se amplia y se pierde, de acuerdo con los vaivenes de la economía y del juego político, pero el conocimiento que se obtiene a través de un buen sistema de enseñanza, basado no solo en la información, sólo se extingue con la muerte.

De modo pues que el esfuerzo combinado de la fundación del Banco Popular y otras instituciones privadas a través de EDUCA, tiene enorme contenido social y constituye una excepcional aplicación del concepto de responsabilidad corporativa bien diseñado y mejor dirigido, sin más objetivos que ayudar a la creación de un sistema de enseñanza, tanto público como privado, que propicie la igualdad de oportunidades, sin distinción alguna.

La globalización de la economía mundial demanda en forma creciente una mayor especialización para acceder a los puestos mejor remunerados y eso sólo podrá alcanzarse por medio de una educación centrada en el conocimiento. Este programa y el énfasis del Gobierno en el campo de la educación pública constituyen excelentes señales de acciones en la dirección correcta.

Al incursionar por esa vía, Educa y la Fundación Popular promueven la importancia de los fundamentales de una educación de calidad. La unificación de objetivos en el campo educativo entre el Gobierno y el sector privado hará más fácil la consecución de los objetivos perseguidos.

Posted in La columna de Miguel Guerrero

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