La columna de hoy la reservo para anotar precisas ideas que sobre la política de Estados Unidos inserta Javier Fuentes, uno de los dominicanos con más altos vuelos intelectuales.
Leamos: “Con la nueva administración de Donald Trump, su discurso de campaña sobre inmigración está comenzando a materializarse, lo que se perfila como uno de sus mayores desafíos.
En su primer día en la Casa Blanca, Trump emitió diez órdenes ejecutivas y proclamaciones, entre las cuales se destacó la expulsión acelerada de inmigrantes, lo que significa que no será necesario recurrir a un juez de inmigración.
Además, autorizó a la Oficina de Administración y Presupuesto (OMB) a tomar medidas para negar beneficios públicos a inmigrantes no autorizados.
Ordenó auditar cualquier contrato federal con organizaciones gubernamentales y no gubernamentales que, directa o indirectamente, asisten a inmigrantes indocumentados. Además, congeló fondos para tales entidades exigiendo su devolución. Estas políticas migratorias restrictivas de Trump han vuelto a cobrar relevancia.
Trump prometió tomar medidas aún más agresivas para deportar a inmigrantes indocumentados, reforzar el control fronterizo con la Guardia Nacional y declarar a los cárteles de drogas como organizaciones terroristas.
En un contexto económico global incierto y con señales de una posible recesión (35%) en Estados Unidos. Estas políticas podrían generar consecuencias significativas para la economía.
Las deportaciones forman parte de su retórica de campaña, pero también reflejan su visión nacionalista de raza y de clase, enfocada en llevar adelante una política migratoria dura, aunque había dicho que solo era para quienes estuvieran involucrados en actos delictivos.
En tan pocos días en la práctica vemos otras disposiciones que incluyen expansión de muros y controles; anunciando la construcción de nuevos tramos con tecnología avanzada para monitorear y detener cruces ilegales
También restricciones a visas y asilo; endureciendo los requisitos para obtenerlas. Esto reducirá la llegada de nuevos inmigrantes.
Esta realidad coincide con un momento en que la economía estadounidense enfrenta desafíos significativos internos y externos con su competencia con otros países mostrando mayor eficiencia en la creación de bienes a menor coste.
Habrá un crecimiento más lento del PIB, inflación persistente y un mercado laboral débil. Las deportaciones masivas también podrían agudizar la situación.
Una indiscriminada persecución migratoria agravaría la escasez de mano de obra en sectores claves como la agroindustria y cárnica; la construcción; la hostelería; metalúrgica; los servicios cinematográficos, de limpieza, entre otros segmentos.”.
Son argumentos escritos por un objetivo analista de la política de EE.UU.
La opinión de Javier Fuentes, quien reside en Norteamérica, parte de lo que se registra en las primeras tres semanas de la administración Trump…