El “Poli-Forum” es una peña que oscila entre dos supermercados del Distrito Nacional, la cual es exquisita y selecta, al extremo que solo tiene tres integrantes, los demás, según me dicen, fueron a importantes puestos en los sectores público y privado.

Los tres miembros que quedan, por sus amplias lecturas y vivencias, parecen dominar todos los temas divinos y humanos, y cada cierto tiempo y sin derecho a ser miembros permanentes, invitan amigos a compartir. He sido invitado pero, por un tema de timidez y de limitaciones conceptuales ante la amplitud y profundidad de los conocimientos de los contertulios, me limité a escuchar y reír.

Dos de los integrantes son altos dirigentes políticos de un partido opositor, y se encargan de una parte de las relaciones internacionales de dicha organización, específicamente la referente a los militantes en Venezuela y los Estados Unidos de Norteamérica, e incluyen la dirección de una patrulla motorizada extranjera, para la realización de manifestaciones cívicas. El tercero es un discreto intelectual experto en el área de formación político-electoral, razón por la que la conversación giró por muchos temas: el político, el literario (uno de los comensales habló de su dilatada amistad con varios poetas y cuentistas nacionales, y con intelectuales de la talla de Antonio Fernández Spencer), otro hizo anécdotas de la bonhomía de don Manuel del Cabral e, incluso, para mi sorpresa, declamó “Trópico Picapedrero” y argumento que ese poema era el mejor del género de poesía negroide, por encima de los escritos por Nicolás Guillén y por Luis Palés Matos.

También se habló de la paradisíaca “Isla Margarita” en Venezuela, donde dos de ellos residieron y trabajaron durante muchos años, razón por la cual viajan constantemente a verificar sus propiedades inmobiliarias e inversiones bursátiles.

Así, recorrieron medio mundo hasta llegar a Afganistán. En ese punto de la tertulia, el discreto intelectual y profesor universitario, nos dice de una conversación con jóvenes que argumentan y refutan sobre este y otros temas sin leer ningún libro, sino que lo hacen de lo que ellos encuentran en “Wikipedia” y los llamó: “Intelectuales wiki”. La risa fue enorme, incluso motivó otro descorche. Y luego vino la reflexión al respecto y la extensión o aplicación del término a determinadas áreas del saber.

En ese momento, una persona que participaba de otra peña, donde había unos 15 comensales, incluyendo un ministro, se nos acercó y le dijo al discreto intelectual, con algo de sorna, que cómo le iba dirigiendo una “peña de supermercado. El intelectual le respondió, con monacal tranquilidad, que lo único que diferenciaba ambas peñas, aparte del fino vino que tomaban en la mesa del ministro, era el número de participantes, pero que en todo caso, se celebraban en el mismo lugar, razón por la que a ellos también le podrían llamar “intelectuales de supermercado”.

Así, luego de otras indirectas, y no tan indirectas, entre parte y parte, se dieron un fuerte abrazo, cruzaron algunas palabras sobre economía política, se recomendaron algunos libros, y volvieron cada cual a su peña, aquel con el ministro, y el intelectual discreto con nosotros.

Confieso que espero mi próxima invitación.

Posted in Opiniones

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas