Luis Córdova
Especial para elCaribe

Fue en una de las mudanzas que sufrió mi familia al terminar el siglo pasado cuando, aún adolescente, recibí uno de los regalos que más recuerdo: un viejo álbum de sellos postales.

La sorpresa me movía el piso. Desconocía que una de mis pasiones de infancia también lo había sido en la de mis mayores. Mi incipiente colección de recientes sellos dominicanos, se dimensionaba con la filatelia de hacía treinta o más años. Aquel álbum parece seguir su suerte, luego de engrosado con mi huracanada y transitoria pasión, fue a parar a rincones insospechados.

Por esto y porque conozco de la extraordinaria gestión del embajador dominicano ante el Estado Plurinacional de Bolivia, Claudio Marte González, me ha entusiasmado la noticia de que esa nación emitiera dos sellos postales para reconocer los primeros personajes de nuestra historia en un esfuerzo de su Cancillería y la Agencia Boliviana de Correos.

Se trata de una serie en honor a las heroínas y mártires de la libertad, “Las Hermanas Mirabal”, coincidiendo con el 25 aniversario de la declaratoria del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer y otro dedicado al “Cacique Enriquillo, líder taíno de la primera sublevación de América”.

Dos historias que se unen por más de una razón: la lucha por la igualdad, libertad, equidad y el rol de la mujer como eje propiciatorio de la acción; el sacrificio de Patria, Minerva y María Teresa Mirabal Reyes, aceleró la caída del régimen; los vejámenes hacia Mencía, la esposa del cacique Enriquillo, sirvieron para descubrir la relación poder-raza y el acceso a la justicia de aquel momento en la isla así como las razones para la más significativa sublevación taína.

Más que sellos es simbolismo y memoria histórica, conjugados en estas impresiones que han de acercar a dos pueblos que construyen lazos y tienden puentes. Inglaterra, que emitió el primer sello postal (estampilla o timbre) del mundo, el “Penique Negro” (Penny Black, 1840), marcó el estándar en el diseño de sellos para todos los gobiernos del mundo y forjó la filatelia, esa afición por coleccionar y clasificar sellos, sobres y estudiar la historia postal que mantiene tantos seguidores en el mundo y que a partir de ahora tienen a héroes dominicanos para sus colecciones desde Bolivia.

En estos tiempos de mensajería instantánea, redes sociales y de hiperconexión, la filatelia deviene en una suerte de romántico apego al símbolo, aunque tal parece que el correo postal se resiste a morir como servicio fundamental en tantos momentos de la historia.

Claudio Marte, en el desarrollo de su carrera diplomática, se ha empeñado en mostrar lo mejor de nuestra nación: el pueblo emprendedor, libre y justo al que aspiramos a consolidar en su desarrollo material, cultural y espiritual por los siglos de los siglos.

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