A raíz del asesinato de Orlando Jorge Mera, el presidente Luis Abinader expresó que “esta sociedad se está enfermando y por cualquier cosa se pelea”.
De su lado, profesionales de la conducta han advertido que, ya para 2019, el 20 % de la población dominicana sufría de algún trastorno mental. A esa cifra se debe sumar el incremento de ese mal a partir de la pandemia.
Ante semejante cuadro, no es raro que ocurran hechos estremecedores vinculados a actuaciones de personas que evidencian, aunque sea de manera momentánea, trastornos de tipo conductual.
La velocidad a la que nos llevan no nos permite identificar qué acciones tan aparentemente sencillas como abordar a alguien sin el uso de apelativo o con el uso de uno inadecuado pueden convertirse en punto de partida para experimentar acciones inusuales. ¿Qué esperamos para identificar y clasificar los estímulos que condicionan nuestros sentimientos, pensamientos y acciones?